Al final de Batman Arkham Knight, la última entrega de la saga, tiene lugar un momento que nos deja con la boca abierta. Podemos controlar durante unos minutos al Joker en la búsqueda de Batman.
Es cierto que es todo parte de una ilusión, pero meternos en la piel de uno de los villanos más odiados de la historia es algo que, desde luego, no puede pasar desapercibido.