Narrar un partido de fútbol es una tarea menos sencilla de lo que puede parecer desde fuera. Hay que tener, además del conocimiento necesario, un tono de voz llamativo o unas coletillas características como motivos para querer escuchar a cualquiera de estos maestros del micrófono. Ver un partido por la televisión o escucharlo por la radio es inherente a sentir cercanía con aquellos responsables de contarnos todo lo que ocurre dentro del terreno de juego, haciéndonos sentir, de paso, la pasión con a que ellos viven este mágico deporte.
El mismo y a la vez distinto fútbol
Puede que os los crucéis por la calle y no los reconozcáis, ya que la tarea del narrador es la de encumbrar con su voz, y no siempre tienden a mostrarse delante de las cámaras. Aunque esto ha cambiado mucho en los últimos años gracias a Twitch. Pero seguro que, si sois consumidores de fútbol, habéis escuchado en centenares de ocasiones a Miguel Ángel Román (Movistar LaLiga) y a Héctor Ruiz (Gol TV). Ellos son dos de los que se han animado también a narrar encuentros de torneos nacionales de FIFA como son la eLaLiga Santander. Y con ellos hemos podido hablar sobre cómo es narrar partidos de fútbol reales y virtuales; dos ámbitos tan distintos y, a la vez, tan iguales.
Porque, es la primera pregunta que se nos viene a la cabeza: ¿es muy parecido narrar un partido de FIFA a hacerlo en el mundo real? Efectivamente, hay diferencias sustanciales que hacen que el desarrollo sea distinto. Miguel Ángel Román lo tiene claro: "Desde mi punto de vista, existen dos diferencias fundamentales: El ritmo y el tono. El ritmo en un partido de FIFA es muy superior al de un partido real. En el vídeojuego, la velocidad de locución es siempre similar a la de un contragolpe de fútbol o a una situación de 'pre-gol'". Además, tiene claro que el enfoque de los videojuegos va para un público mucho más concreto: "El tono también es distinto. La audiencia de los esports es diferente a la del fútbol real e incluso, el target coincidente consume el producto de una manera distinta, mucho más distendida y con menor implicación emocional que en el fútbol real", afirma.
La opinión de Héctor Ruiz no difiere mucho en este aspecto, como parece lógico: "Principalmente el ritmo, más allá de los tecnicismos, la velocidad de ejecución de las jugadas obliga a vertebrar las enunciaciones con una improvisación muy superior. La cantidad de recursos técnicos en el juego se multiplica y eso te obliga a ampliar el repertorio en cuanto a vocabulario y técnicas para no ir por detrás de las jugadas", indica la voz de Gol TV cada viernes y lunes, en encuentros de la Liga Santander y la Liga Smartbank y, desde hace un tiempo, en las competiciones de la eLaLiga.
Una implicación emocional que irá creciendo a medida que lo haga la competición pero, desde luego, lo hemos podido vivir hace poco en la eLaLiga Santander Cup, donde las aficiones de los ocho equipos clasificados estaban enardeciendo las gradas con sus ánimos y cánticos a los jugadores de los equipos de su ciudad. El público es vital para que FIFA, como el fútbol real, se acabe sintiendo como más propio por el hecho de defender o animar unos colores.
La imperiosa necesidad de transmitir sentimientos
Al fin y al cabo, el objetivo es el mismo: encajar con la audiencia que está escuchando o viendo cada partido. Para eso, ¿hay que mantener una línea tradicional para mantener esa sensación de familiaridad o se debe apostar por un nuevo enfoque narrando FIFA? Para Román, el trabajo en este aspecto debe ser similar. "Al fin y al cabo, es fútbol: Dos equipos y 22 jugadores que tienen el objetivo de intentar marcar un gol más que el contrario para ganar. La diferenciación tiene que venir, creo, en cuanto al tono y la interacción con la audiencia, que es muy distinta a la que tienes en el fútbol real".
Ruiz, por su parte, piensa ligeramente diferente: "Hay un camino intermedio que cuaja bien por tiempo y forma en lo que reclama el juego. Es decir, adaptar el lenguaje del fútbol convencional, que te sirve en muchas ocasiones, e intentar llevarlo al punto para que se entienda todo aquello que agrega el juego y que tiene su propio universo".
Y en el término más puramente profesional, ¿qué es lo más difícil a la hora de narrar un partido de FIFA con respecto a un encuentro de fútbol real? Héctor tiene claro que en el videojuego, casi con total seguridad, le va a tocar narrar más goles debido al ritmo inherente: "En un partido de muchos goles lógicamente la exigencia vocal es superior. Al ser dos casters por norma general queda bastante repartido y tenemos tiempo de ir hidratándonos".
Miguel Ángel admite que no le resultó demasiado complicado pillarle el truco debido al bagaje que tiene en su trayectoria: "En mi caso, no me costó adaptarme al ritmo y los goles, porque aprendí a narrar retransmitiendo partidos de baloncesto y el ritmo del básket y del FIFA es muy similar". Aunque admite que también tuvo sus dificultades: "Lo que más me ha costado ha sido aprender las particularidades del juego, ya que no he sido un jugador asiduo del FIFA y tuve que hacer un reciclaje para entender las reglas propias del juego".
Algo que suele llamar la atención a quien ve por primera vez un partido de FIFA es la presencia de los Iconos de Ultimate Team. Jugadores ya retirados o incluso en algunos casos ya fallecidos. ¿Esto afecta también a la hora de la retransmisión?
"Al principio, es muy chocante, pero cuando llevas dos o tres partidos narrados te adaptas y disfrutas de esa particularidad del juego. En defintiva, aunque sea de forma virtual, ¡tienes la oportunidad de narrar a cracks que nunca jugaron juntos y que, en algunos casos, no coincidieron temporalmente!", dice Miguel Ángel Román. Por su parte, Héctor Ruiz tiene una opinión bastante más similar, "más que raro es estimulante. Son futbolistas que la mayoría de ellos no son contemporáneos a nosotros y llevan la etiqueta de leyenda. Los videojuegos están para poder darle forma a nuestras fantasías y en este caso no es una excepción".
Los jugadores profesionales, los verdaderos protagonistas
Lo que sí se aprecia viendo partidos del panorama competitivo de FIFA es que hay una mayor cercanía. Casi como cuando hace años los entrevistadores se metían en los vestuarios en los descansos, mientras el entrenador se fumaba un cigarrillo. A lo largo de eLaLiga Santander hemos tenido momentos geniales, como la genial entrevista que hizo la compañera Alba Oliveros a JRA (RC Celta) y Chousita (SD Huesca), en la que ambos se picaban mutuamente y de buen rollo tras el partido. ¿Echáis de menos esa falta de naturalidad en el mundo real? ¿Pensáis que los esports pueden ser ejemplo en este aspecto para el deporte de élite?
"Mientras siga ese componente de diversión tan extendido (más allá de lo que se juegan), creo que el ambiente en el entorno FIFA seguirá siendo lo que hace de la escena algo envidiable. Ojalá se mantenga ese punto de inocencia y naturalidad porque en muchas ocasiones es fácil de corromper", dice Héctor Ruiz.
Miguel Ángel también opina algo en lo que todos los amantes de ambos tipos de fútbol estaremos de acuerdo: "El ultraprofesionalismo del fútbol real acaba encorsetando y quitándole frescura en demasiadas ocasiones a los jugadores. Hay tanto dinero e intereses en juego, que se nota la tensión. Afortunadamente, eso no ocurre en la eLaLiga. Ojalá los esports sean un ejemplo en ese sentido y las rivalidades que se generen estén alejadas de las rivalidades muchas veces insanas del fútbol real".
Una cercanía que también se refleja en que la mayoría de jugadores profesionales de FIFA son chavales muy jóvenes y, en algunos momentos, esa inocencia aparece. Eso ayuda a que no haya tanto artificio como en el fútbol real, donde la gran mayoría de respuestas están predeterminadas por las nociones que les dan los jefes de prensa. Aquí, esa naturalidad ayuda.
"Y es que creo que así tiene que ser. Si no fueran ellos mismos no estarían entre los mejores. Se les tiene que notar lo que están sintiendo, creo que es algo sano y parte de su personalidad", dice Héctor Ruiz.
Román detalla también que se nota el rodaje de algunos que llevan bastante tiempo ya en el circuito competitivo. "Está claro que existe una diferencia entre jugadores más experimentados, como JRA o Andoni, por poner dos ejemplos, y los que se asoman por primera vez a la eLaLiga. En todo caso, también he notado que tras un par de jornadas los chavales se relajan y compiten como si estuvieran en el dormitorio de su casa. Son los mejores de España y el talento, al final, acaba aflorando".
Y en el futuro, ¿qué?
Por último, antes de finalizar la charla queríamos que ambos echaran un vistazo al futuro. Son dos personas que viven de cerca ambos mundos, el real y el digital. ¿cómo pensáis que debe orientarse el futuro de las competiciones esports para que cada vez estén más cercas del deporte de élite real?
"Pues me imagino que para que siga creciendo deberá ser regular y cada vez agregar más pruebas y circuitos. Supongo que cuanto más sean capaces de seducir a participantes e inversores habrá más oportunidades y para ello sólo queda el camino de la perseverancia porque ha quedado demostrado que hay un sector muy amplio de público interesado", afirma Ruiz.
Román también apuesta por ir sin prisa, pero sin pausa: "Creo que debería trabajarse a medio plazo con un plan que continúe la línea iniciada en 2020: Una apuesta seria por la mejora de la competición en todos los ámbitos y en la profesionalización de los jugadores. Poco a poco, sin pausa, pero sin prisa, creo que el objetivo es asumible y real".
Agradecimientos a KatapultSports por las facilidades para la realización de la entrevista.