El lanzamiento de un nuevo campeón es siempre uno de los momentos más complicados para el equipo de desarrollo de League of Legends. Los jugadores que deciden probarlos en partidas clasificatorias se encuentran con un personaje que parece menos poderoso de lo que es y comienzan a cosechar estadísticas nefastas en lo referido a sus tasas de victorias, provocando inquietud en la comunidad. Zeri no escapó a esta situación, que lleva repitiéndose desde que Riot Games cambió su filosofía de lanzamientos. No fueron pocos los que pidieron un parche de emergencia para mejorarla, y todavía hubo más que aplaudieron un hotfix llegado días más tarde para reducir su poder.
Las estadísticas clave en el lanzamiento de un nuevo campeón
Cada vez que se estrena un campeón, hay que tener en cuenta dos datos. El primero es la tasa de victorias inicial, que marca un punto de partida y está determinada por diferentes variables. Al poder del personaje por sus estadísticas o habilidades hay que añadirle algunas situaciones como la dificultad o las novedades que introduce en la jugabilidad. En función a estas circunstancias estará en un punto más o menos elevado que se alzará a lo largo de los días posteriores atendiendo al segundo factor: la pendiente de crecimiento.
Para acabar rápidamente con las matemáticas, la pendiente de crecimiento hace referencia a cuánto aumenta la tasa de victorias de un personaje en función al número de partidas que jugamos con él. Riot Games suele denominar a esta situación como “curva de maestría” y ayuda a determinar cuáles son los héroes más difíciles de masterizar de todo League of Legends.
Con respecto a los nuevos campeones, hay dos escenarios extremos.
- Campeones sencillos: Parten de una tasa de victorias inicial elevada y una pendiente (curva de maestría) muy poco pronunciada que se reduce a cero rápidamente. Vex es un buen ejemplo, que cumplió estas circunstancias.
- Campeones complejos: Se estrenan en una muy mala situación y tienen una pendiente muy pronunciada que tarda días en reducirse. Viego es un buen ejemplo de un campeón que se estrenó con muy malos resultados y los corrigió de forma relativamente rápida sin ajustes de equilibrio.
Por supuesto, existen situaciones intermedias entre estas. Sin embargo, Zeri se situó claramente del lado de los campeones complejos. No es particularmente difícil entender cuál es la forma correcta de jugarla, pero su mecánica única causó confusión en los jugadores. Se alteran interacciones básicas a la hora de llevar a cabo intercambios y había más dudas con respecto a cuáles son los mejores objetos para ella. Todo esto, ligado al hecho evidente de que podemos fallar los ataques básicos.
La salvación inesperada de Zeri
Los jugadores (entre los que me incluyo) necesitamos unas cuantas partidas para entender a Zeri. Es muy probable que atendiendo a su mecánica de ataque esperábamos mucho daño concentrado a cambio de poder golpear poco. Al menos, eso nos invitaban a pensar los déficits de sus ataques básicos. Sin embargo, fue todo lo contrario: la gracia de la campeona es correr de forma endemoniada mientras vamos mermando la vida de los rivales y ayudamos a nuestro equipo con mucho daño en área.
En este contexto surgió una interesante construcción de objetos que lo solucionó todo. Fuerza de la Trinidad se estableció como la mejor opción para la campeona consiguiendo que su tasa de victorias con este objeto mítico ascendiera al 55,24%. Desde Riot podían saber que era la forma correcta de jugar a Zeri desde el principio, pero el resultado en manos de los jugadores excedió todas las expectativas de la compañía. De hecho, lo más probable es que los desarrolladores no tuvieran muy claro cómo proceder conforme aumentaba su winrate.
Hay un motivo por el que los campeones de League of Legends siempre se estrenan los miércoles o jueves entre las 20 y las 22:00. Los desarrolladores deciden si han de llevar a cabo un ‘hotfix’ en las primeras horas tras el lanzamiento comparando su previsión en la tasa de victorias inicial con la realidad y decidiendo si la pendiente de crecimiento es suficiente, de modo que quieren estar en horario laboral durante esta fase crítica. Cuando no vemos grandes cambios rápido significa que todo parece ir bien, de modo que no suele haber modificaciones hasta el siguiente parche.
League of Legends resumido a un problema de tamaño
Aunque Riot Games cuenta con un equipo de desarrollo inmenso y tiene todo un departamento dedicado a llevar a cabo pruebas para evaluar el poder de los campeones, la cantidad de partidas que se juegan en un día superan todas las fases de testeo. Para hacernos a la idea, el día 22 (48 horas después de que saliera la campeona) ya había estado presente en 480.000 enfrentamientos teniendo en cuenta solo las partidas clasificatorias de los servidores oficiales de Riot Games. Suficientes para convertir en una muestra ridícula todos los que se habían disputado en el PBE a lo largo de las dos semanas anteriores.
La actuación de los jugadores de League of Legends ha demostrado en numerosas ocasiones no ser del todo lógica. En este caso pasó demasiado tiempo entre el debut de la campeona y el descubrimiento de la forma correcta de jugarla. Una situación impredecible para Riot Games y ante la que quizá sí haya tardado demasiado en reaccionar. Es legítimo criticar a la desarrolladora y más sabiendo que los ajustes de equilibrio siempre son un tema controvertido. Sin embargo, en este caso ha habido muchos condicionantes.
El caso de Zeri ha puesto en jaque la metodología de lanzamientos de Riot Games. En lugar de una mejora progresiva la campeona sufrió una explosión en su tasa de victorias que la hizo equipararse a los mejores campeones de todo League of Legends. Una situación inédita ante la que era difícil reaccionar y que a buen seguro cambiará los planteamos de la desarrolladora en el futuro.
Un jugador de League of Legends ha creado una herramienta capaz de aceptar por nosotros las partidas de League of Legends. Aplicación muy útil que querrían utilizar muchos jugadores, pero que Riot Games podría considerar como uso de trampas.
