League of Legends es uno de los juegos que más se actualizan. Riot Games lanza parches cada dos semanas para tratar de mantener el juego fresco, introduciendo novedades y corrigiendo cualquier posible desajuste. Sin embargo, cada uno de estos procesos entraña sus riesgos y es moderadamente habitual que una nueva versión sea sinónimo de problemas. En algunas ocasiones se trata de un error de programación, otras veces hay fallos de comunicación e incluso es posible que alguien olvide ‘darle a la tecla’ de introducir los cambios.
El efecto placebo de League of Legends
Uno de los casos más célebres en la desarrolladora es el de Vladimir. Tal y cómo ha revelado un empleado de Riot Games, hubo una ocasión en la que estaba previsto que se aplicaran notables reducciones de poder a este personaje que prácticamente se consideraban como una catástrofe por parte de la comunidad. Sin embargo, los desarrolladores olvidaron introducir en el juego los cambios. De este modo, solo notificaron al respecto en las notas del parche sin que se aplicasen los ajustes. Algo que no evitó que la tasa de victorias del personaje se redujera de forma considerable.
Atendiendo a las conversaciones entre dos desarrolladores que comentaban esta situación, los ajustes se corresponden a los que llevaron a cabo en el parche 1.0.0.111. Este fue introducido en League of Legends durante el comieznotramo de la primera temporada, e incluían importantes reducciones de poder para el personaje. Entre ellas destacaba una cuya introducción o no debería haber sido fácil de detectar: la eliminación de la velocidad de movimiento adicional al utilizar la W (Estanque Sangriento).
Afortunadamente, este tipo de problemas ya no pueden tener un impacto tan elevado como el que tuvieron en los primeros años del juego. Tanto las herramientas de Riot Games como el conocimiento de la comunidad han aumentado mucho. Incluso si alguien en la desarrolladora se olvidase de programar algún cambio anunciado en las notas del parche, apenas pasarían unas horas antes de que algún jugador se diese cuenta y alertase a la compañía, que a buen seguro respondería con un ‘hotfix’.
Sin embargo, es curioso ver como la mayor parte de la comunidad cayó en el efecto placebo (o más bien nocebo). Aun sin cambios en la realidad, su aparición en las notas del parche y el boca a boca hizo que los jugadores tuvieran una percepción algo peor de Vladimir que se refrendó con un descenso en su tasa de victorias. Además, debió de ser notable, ya que los ajustes eran de bastante dimensión y buscaban ponerle freno con medidas urgentes. Sin embargo, se trató de un caso de sugestión colectiva que evidenció para Riot Games como los jugadores pueden ser muy influenciables.