Si has seguido nuestros contenidos sobre Magic: The Gathering hasta ahora, estamos seguros de que ya te habrá picado el gusanillo, y que habrás estado jugando a Arena desde hace un tiempo. Hemos repasado los conceptos básicos, formatos, tipos de cartas y hasta las últimas novedades en cuanto a expansiones. Pero ahora es el momento de arrancar una serie que habla más de la filosofía del juego que de cuestiones terrenales y tangibles... A pesar de su impacto en ellas. Nos referimos, claro está, a una serie sobre los distintos colores de Magic: The Gathering.
Como ya sabréis, los colores son las divisiones elementales de las distintas cartas del juego. Cada color viene determinado por de dónde sacan la energía los jugadores para poder jugar criaturas, usar hechizos o realizar conjuros; de esta forma, tenemos un total de cinco que procedemos a recordaros, de la mano de las regiones que engloban en sus tierras:
- Azul - Islas
- Rojo - Montañas
- Verde - Bosques
- Negro - Pantanos
- Blanco - Llanuras
A nivel de lore interno de Magic, también funciona así. Los planeswalker pueden usar la fuerza que emana de cada uno de estos lugares para convocar sus distintas magias. La energía no es infinita y han de estrechar lazos con dichos lugares para conseguir nuevas fuentes de maná.
¿Cuáles son sus ideas?
Pero más allá de estas temáticas cromáticas y de localización, hay un punto filosófico y de idea que está detrás de todas y cada una de las cartas de un color en concreto. Evidentemente, podemos tener familias de esbirros compatibles entre dos colores y multitud de arquetipos distintos dentro de un color, pero esta idea se convierte en filosofía de diseño una vez que los creadores se ponen a diseñar nuevos naipes.
En el caso del color de hoy, el Azul, tenemos tres conceptos muy interesantes: Conocimiento, Manipulación e Ilusión. Claramente vemos una línea común entre ambos, que se podría representar en un mundo de fantasía como es Magic: The Gathering con un mago anciano tremendamente sabio. De hecho, hay muchos de esos con un reborde azul en el juego.
Pero hay mucho más, porque también es el color que representa la tecnología y la manipulación de la magia. Científicos, artilugios, resultados desastrosos de experimentos e incluso oráculos, todos son parte de este color. Y si mezclamos esto con su raíz física como son los océanos, tenemos como resultado un montón de bestias marinas como los tritones, los leviatanes; pero el azul también es de los cielos, razón por la que el azul cuenta con multitud de unidades aéreas.
Pero vamos a lo realmente interesante: ¿Cómo impregnan estos conceptos el estilo de juego general de las cartas azules? Pues de multitud de formas que vamos a ver a continuación. La más obvia que es el Azul es el color que más interacciona con multitud de aspectos dentro de la partida: es el color con más motor de robo, puede hacer uso de contrahechizos, tiene cartas que roban naipes del rival o capacidades para descartar el mazo del enemigo (moler).
Llevando este control de la realidad y las ilusiones al extremo, Azul es el color que más cartas tiene que le permiten jugar turnos adicionales. Esto es posiblemente lo más poderoso de Magic, ya que hace que el rival no puede responder a nuestras ofensivas.
¿Cómo se lleva con el resto de colores?
A lo largo de los años, todos los colores se han ido mezclando y alumbrando arquetipos y mecánicas, pero en origen, cada color contaba con dos "aliados" y dos "enemigos". Si hablamos del color Azul, vemos que se lleva bien tanto con el color Blanco como con el Negro. Aunque estos dos sean antagonistas entre sí, comparten valores con el Azul hasta el punto de combinarse desde hace mucho tiempo dentro de las barajas.
Ese llevarse bien, se ejemplifica no sólo a nivel de historia interna de los planos de Magic, sino como barajas. Mismamente en esta última expansión (Innistrad: Cacería de Medianoche) ha aparecido un arquetipo de zombies entre Azul y Negro, y otro de espíritus entre Azul y Blanco. Y ambos son bastante potentes.
Esta es una iniciativa en colaboración con Wizards of the Coast.