Hay secretos fuera de los videojuegos, como saber qué está pasando con Abandoned, así como dentro de ellos. Los que habitan el código interno de los juegos se suelen llamar easter eggs (huevos de pascua) y representar la intención de los desarrolladores de desafiar a los jugadores, así como intentar ocultar detalles graciosos. Y uno de los últimos secretos en un juego grandioso como es The Legend of Zelda: Breath of the Wild, acaba de ser desvelado tras muchos años desde su salida.
Ese secreto no era otra cosa que un cofre metálico prácticamente imposible de conseguir. Estamos hablando de una caja con una sorpresa que aparece cerca de la playa de Aris cuando estás a menos de 60 metros de la zona de spawn. El problema es que aparece en el agua y este cofre acaba por hundirse en el fondo del mar, desapareciendo 7 segundos después de haber aparecido.
Hasta ahora se habían conocido formas de meterse debajo del suelo y de crear plataformas haciendo uso de la habilidad criogénica de Link, pero no había sido suficiente. Ha sido el usuario MrOrdun quien ha logrado sumergirse en el fondo de dicha playa y, a través de un elaborado plan, conseguir ir reflotando este cofre hasta tenerlo cerca de sí mismo y poder abrirlo.
El proceso es tremendamente laborioso, hasta el punto de que no todos los movimientos entran en los 2:20 minutos que Twitter permite subir a la plataforma. Sin embargo, vemos como es necesario hacer uso de muchas flechas, muchas habilidades de Link y de una buena dosis de paciencia.
Todos imaginaríamos que dentro de este esquivo cofre habría un secreto increíble, un detalle oculto que sólo un jugador podría desentrañar en todo el planeta. Pues no, dentro del cofre sólo hay una pieza de ámbar. Ningún secreto de la secuela del juego, de la que supimos algo más recientemente; sólo un recurso del que este jugador tendrá a paladas.