Jarrett Allen, uno de los pivots de la actualidad y jugador de los Cleveland Cavaliers, ha admitido ser un gran fanático de la franquicia de Zelda y durante un partido en casa, todos los organizadores quisieron complacerlo concediéndole uno de los deseos más simples: Hacer que suene como uno de los más icónicos de Zelda durante una canasta que encestó. A través del medio estadounidense ESPN, comentó que este simple sonido fue “una pequeña dosis de dopamina” en su cerebro. Confesó que no paraba de sonreír cada vez que lo escuchaba, ya que le recuerda la emoción de haber descubierto algo nuevo en este juego.
Este pequeño sonido es tan icónico como el que nos hace descubrir un nuevo objeto en cualquier juego de la saga de Zelda. Es imposible negar que estas pocas notas son capaces de poner los pelos de punta a cualquiera que ya haya encontrado un secreto en Zelda. Nos guste o no, todos los aficionados a los videojuegos pueden reconocer sus pequeñas entonaciones, ya que son icónicas, y Jarrett Allen quería mostrar sus dos pasiones en el campo a través de una misión que ha resultado exitosa. La frontera entre el deporte y los videojuegos es delgada, porque al final son pasiones que pueden complementarse en contadas ocasiones.
Son muchas las ocasiones que se han podido ver como dos aspectos que parecen tan diferentes como los deportes y los videojuegos se han alineado en forma de sonido o acción. Sin ir más lejos, durante la ceremonia de clausula de los Juegos Olímpicos en Japón, se pudieron escuchar diferentes bandas sonoras que han enamorado a más de una generación gracias a sus notas tan melódicas e icónicas como Castlevania, Final Fantasy o Chrono Trigger. Aunque no lo parezca, los videojuegos siempre han sido una mina de pasión y amor por el arte, incluso superando en muchas ocasiones en cuanto a nivel narrativo y técnico a otros campos como la literatura o el cine.
Original de MGG FR