En función al servidor de League of Legends en el que estemos jugando, hay unos cuantos aspectos que pueden variar. La toxicidad de los jugadores y sus formas de expresarla, la calidad media o la tendencia a la hora de elegir cómo acabar las partidas son factores que dependen de la cultura regional e incluso la tradición en una determinada zona geográfica. Sin embargo y aunque existen estos pequeños cambios, la experiencia es universal e independientemente de dónde estemos hay problemas que siguen apareciendo.
Uno de los mitos más extendidos es el que sitúa al servidor coreano (y especialmente sus rangos más altos) como uno un tanto más apacible que los demás. En buena medida, eso se debe a algunas declaraciones de los jugadores profesionales de la región cuando la abandonan para disputar eventos internacionales. Sin embargo, en los rangos élite (según el criterio de Riot) del país asiático, tampoco se libran de enfrentar unas cuantas situaciones surrealistas por culpa de la actitud de los jugadores.
Una de ellas la vivió LS. Su extensa carrera en el League of Legends profesional hasta convertirse en creador de contenido de T1 le ha valido hasta para ser inmortalizado en la tienda del juego. Sin embargo, eso no hace que pueda librarse de conductas como la que se encontró en plena retransmisión en directo con una fase de selección de campeón en la que quedó claro que no hay servidor oficial de Riot Games que pueda librarse de tener unos cuantos jugadores infames.
Tras ver que las cosas no iban como esperaba cuando un jugador robó el rol que habían asignado a otro, comenzó a narrar la situación y el desenlace de la fase de selección de campeones. Así, tanto él como todos sus espectadores se hicieron testigos de que la composición del equipo incluía un espectacular Bardo jungla y un no menos sensacional Disco Nunu que iría a una posición indeterminada. Una sensación que en League of Legends no entiende de fronteras ni de rangos y que, en contra de los mitos, se reproduce en todas partes.