El lanzamiento de Samira ha sido uno de los mayores fracasos de Riot Games en cuanto a estrenar nuevos campeones en League of Legends. Llegó poco después de que la desarrolladora se comprometiera a lanzamientos algo más moderados en lo referido a poder y rompió por completo el molde en el que estaban trabajando. Fue tan problemático que, apenas unas horas después de que el personaje pudiera pisar la Grieta del Invocador por primera vez tuvo que recibir nerfs de emergencia.
Desde entonces, la campeona se convirtió en uno de los principales problemas del juego. La variabilidad en la tasa de victorias era demasiado elevada. Incluso si en ningún momento llegó a ser la gran amenaza del carril inferior, Samira recibía una cantidad desmedida de baneos durante las fases de selección de forma que jugarla era virtualmente imposible. De hecho, el personaje incluso rompió con la lógica de las estadísticas de baneos en Corea. Un problema que Riot necesitaba solucionar y que precipitó su nerf.
Los cambios no tardaron en hacerse notar y pese a unas tibias mejoras de compensación, Samira llegó a ser la peor campeona del juego durante el último parche 11.4. Riot Games tomó una decisión radical: eliminar funcionalidades para evitar que fuera tan frustrante jugar contra ella. Un hachazo de categoría que bien podría hacerla entrar a la lista de campeones más nerfeados por la desarrolladora, pero que parece responder a una premisa: solucionar el problema con una reducción a todas luces excesivas para empezar a trabajar a partir de ahí.
Las mejoras de compensación del parche 11.5 por las funcionalidades recortadas, acompañadas de las introducidas en la versión anterior, parecen haber sido suficientes como para encontrar un punto de equilibrio. El win rate de la campeona ha aumentado a la vez que bajaba su tasa de prohibiciones, haciendo que se convirtiera en un personaje viable y que puede elegirse en la mayor parte de las partidas. Hizo falta que tocara fondo para volver a levantarse, pero parece que la Rosa del Desierto está de vuelta.