Es posible intentar hacer gráficas, números y tirar de calculadora para dar un punto de vista objetivo de un videojuego. Metacritic, con su capa de números y media ponderada está ahí, y es una herramienta que alumbra un montón de debates. Cuando era un chaval, me preguntaba constantemente por mis 5 mejores películas, series y videojuegos que había conocido, y me aterrorizaba dejarme fuera algo mejor que otra cosa, esforzándome mucho por rebuscar en mi mente.
Ahora, con un buen puñado de años más de vida, esa lista mental ha pasado a mejor vida. Recuerdo una pregunta hecha a mi buen amigo y compañero de 3DJuegos Alex Pascual en su podcast El Nexo, la cual versaba sobre su método de análisis de videojuegos. En concreto, se le preguntaba si hacía uso de una libreta en la que apuntar ideas.
Alex decía que a veces lo intentaba, pero que hace un tiempo llegó a la conclusión de que una vez que se enfrentase a la página en blanco, todo lo que mereciera la pena iba a estar justo en su cabeza. Lo que de verdad importase contar, se habría hecho un hueco en su memoria. Y más allá de debates sobre inteligencias artificiales, el guion o ciertas decisiones concretas, estaremos de acuerdo en que The Last of Us es uno de esos juegos que se quedan grabados a fuego en nuestros cerebros.
Debaten la necesidad del juego quienes menos lo necesitan
Mucho se ha hablado sobre si este The Last of Us Parte I era necesario. Las cartas sobre la mesa: yo soy un jugador que ya disfrutó de The Last of Us Remastered en PS4, y que suele volver de tanto en cuanto al título. Lo digo porque no sé si soy la persona indicada para hablar por la gente que nunca ha jugado al remaster, o siquiera a la obra original.
El precio está ahí, y es algo que creo que podemos ventilarnos en estos primeros párrafos para hablar del juego en sí. The Last of Us Parte I se ve increíble, las texturas y especialmente los personajes están muy cuidados; y no, no hay nuevas mecánicas jugables propias de Parte II, como agacharse... Aunque sí se aprecia trabajo mejorando algunas animaciones concretas. Si me preguntáis a mi, que me encanta el juego, pero ya lo he jugado en varias ocasiones, no, no compraría el juego de salida a precio completo.
Y ahora dos cuestiones: Neil Druckman y Sony no te obligan a comprar el juego, y tanto el original como el remaster siguen ahí, este último incluso en PlayStation Premium. Puede ser una decisión discutible como jugador, algo totalmente lícito, pero no debería ser una propuesta anticonsumidor, como sí hemos tenido en el pasado con el cierre de tiendas virtuales. Es algo que suma sin restar nada.
Un juego para mucha más gente
Tras jugar a este The Last of Us Parte I, creo que tengo una idea mental de a qué público está enfocado este videojuego... Y no soy yo. Se trata de un esfuerzo para traer de vuelta al presente un juego y hacerlo tan vigente como Parte II. Quieren que más gente entre en esta historia, y hay varios detalles que me hacen pensar así.
Para empezar, la mayor novedad del juego y quizás la más importante: las mejoras de accesibilidad. The Last of Us Parte II fue toda una lección a la hora de permitir que todo tipo de personas, con independencia de sus condiciones físicas y motrices, pudiera disfrutar del juego. Parte I toma el testigo y prosigue esta senda. Como privilegiados que somos la mayoría, quizás no le damos la importancia que tiene, pero es algo en lo que Sony se ha estado comprometiendo y que han confirmado que seguirá siendo prioridad con el nuevo God of War: Ragnarok.
Por otro lado, hay que pensar que durante el primer trimestre de 2023 se debería estrenar la serie de HBO sobre The Last of Us. No es una locura pensar que millones de personas conocerán por primera vez a Joel y Ellie gracias a las interpretaciones de Pedro Pascal y Bella Ramsey. Quienes quieran más, tendrán disponible una versión óptima del juego.
Un juego imprescindible, con independencia de la versión
Mis compañeros en MGG Francia, al ser una web con más años de historia que nosotros, pudieron tomar la siguiente decisión con el análisis de The Last of Us Parte I: dejar la misma nota al juego, hablar, como he hecho yo, de los cambios y sus sensaciones. Yo no puedo hacer eso, ya que no disponemos de ese análisis original. En nuestra redacción no somos Digital Foundry o el Analista de Bits, y no solemos analizar cambios gráficos entre versiones o consola. Y dado que eso es lo que se puede medir en este caso, considero que lo responsable es que este texto no tenga nota aritmética.
Pero sí os puedo hablar de que el juego sigue siendo vigente y que, tal y como recordaba, se trata de un videojuego más redondo que Parte II. Es menos ambicioso, quiere contarnos menos sobre el mundo, pero detenerse en un par de puntos clave hasta pulirlos al máximo. Yo estoy en el barco de los que nos encantó Parte II, pero reconozco que el original es un título más centrado y consciente de lo que quiere y puede abarcar.
Jugando al título, volví a encariñarme con los personajes, sufrí con ciertos giros de la trama y volví a tener esa actitud tan extraña como elocuente acerca de lo mucho que me importaba lo que estaba pasando: hablarle a la tele. Y, evidentemente, ahora me costará volver a versiones previas tras disfrutar de los 60 fps y la resolución 4K. The Last of Us es un título imprescindible, aunque quizás este nuevo remake no tanto. Pero si sirve para que llegue a más gente, será una buena noticia.
Ficha Completa
- Título: The Last of Us Parte I
- Desarrolla: Naughty Dog
- Distribuye: Sony
- Idioma: Textos y voces en español
- Fecha de lanzamiento: 2 de septiembre de 2022
- Plataformas: PS5, llegará a PC más tarde.
- Precio: 79.99 euros en PS Store