Esta semana sale The Last of Us Parte 1, probablemente uno de los juegos que más veces me he pasado en mi vida. Uno de esos que me sé prácticamente de memoria y que, con solo recordar algunas de sus escenas, me entra un escalofrío de emoción en el cuerpo.
Normalmente, recordamos la trágica escena del tutorial, o la primera aparición de los chasqueadores. Son escenas impactantes y oscuras; así como el proceso de mutación de la humanidad por el virus cordyceps. Pero solemos quedarnos con ese enfoque más oscuro y dramático porque predomina en la obra de Naughty Dog. Pero, esta vez, como dicen los luciérnagas, quería buscar la luz.
Las jirafas, mucho más que un simple animal en The Last of Us
En la recta final del juego, después de varias horas de podredumbre, un sinfín de infectados y emboscadas de malhechores, llega un momento que emociona y que nos hace ver que hay algo de esperanza en un mundo tan devastado como el que tiene lugar en el juego. Vemos que, más allá de lo que hacemos nosotros -aunque debido al factor supervivencia no se puede decir que seamos éticos con nuestras acciones-, encontramos un resquicio de animal con la presencia de un animal.
Los animales, en su gran mayoría, derrochan bondad y tenemos que aprender mucho de ellos. El momento en el que Ellie, una niña cuya infancia ha sido un auténtico caos, abre su corazón acariciando a una preciosa jirafa, el primer rastro de bondad que ve en su vida. El primer resquicio de amor que se encuentra tras una vida rodeada y perseguida por el odio y la desesperación. Y el momento que plasma la relación paterno-filial entre Joel y Ellie.
Naughty Dog no hace nada por casualidad y, a lo largo del juego, en distintas estancias, podemos encontrar imágenes o dibujos de jirafas. Un preludio de ese emotivo momento, y que tiene una simbología mucho más concisa que el simple hecho de acariciar a este precioso ser. Uno de los simbolismos de estos animales es que, debido a su característico cuello largo, son capaces de ver lo que hay en el horizonte, instándonos a ver más allá.
Para Ellie, las jirafas simbolizan la vida por la que vale la pena luchar. Es el punto de inflexión del personaje, en una muestra de inocencia que luego pierde de nuevo por los acontecimientos que ocurren en The Last of Us Parte 2, pero cualquiera ante una infancia y adolescencia así acabaría perdiendo los estribos.
La jirafa es ese hilo de esperanza en mitad del caos. La demostración de que siempre puede haber algo bueno aunque todo a nuestro alrededor parezca perdido. Un alivio que nos llena el corazón y que debería darnos la esperanza de que todo va a salir bien. Así que, cuando estéis mal, pensad en este animal tan maravilloso.
Al final, todo lo que esperamos tiene sus altibajos. Pero la experiencia es increíble.