Overwatch llegó hace ya unos cuantos años para revolucionar el mundo del videojuego. El Hero Shooter de Blizzard fue totalmente revolucionario gracias a sus toneladas de carismas y a todo lo que se creó a su alrededor: fanarts, escena competitiva, lore y mucho más. Durante unos cuantos años Blizzard ha estado trabajando en una secuela de la que hemos ido conociendo novedades a lo largo de los meses de espera.
Sin embargo, su lanzamiento está más cerca que nunca. MGG España ha podido jugar a la versión alfa de Overwatch 2 durante unos cuantos días, y darle un tiento tanto a las grandes novedades de esta secuela, como a los ajustes más pequeños. Desde Sojourn y los nuevos mapas como Toronto, a reworks como los de Orisa. Es importante destacar que ha sido una prueba dedicada exclusivamente al multijugador. Vamos, al lío.
¿Overwatch 2 o 1.5?
Con Overwatch 2 puede que esté sucediendo un efecto Wii U, y me explico. Wii fue todo un éxito, una de las consolas más vendidas de la historia, y una que rompió estereotipos para traer a más gente que nunca al mundo del videojuego. Sería natural pensar que su sucesora tuviera el éxito asegurado, pero no sucedió nada de eso. Wii U fue un descalabro total para Nintendo porque nadie entendía qué era. ¿Era un periférico como la Balance Board o una versión mejorada como la mini?
La secuela de Overwatch es un título con el que tengo la sensación de que muchos jugadores no entienden. Tiene un montón de novedades con respecto al primero, pero una esencia muy similar. Se sigue jugando prácticamente igual, la inmensa mayoría de personajes son idénticos salvo ajustes de balance y los que han sufrido reworks que les proporcionan nuevas habilidades, y muchos mapas ya los hemos jugado.
Claro que hay novedades como las misiones cooperativas, las cuales no hemos podido probar en esta alfa, las mejoras visuales y los nuevos aspectos base de los héroes, o el importantísimo cambio que hace que ahora Overwatch sea un juego 5 vs 5 y no 6 vs 6. De hecho, también tenemos un nuevo modo, en el que un robot empuja una carga que empieza en el centro del mapa.
Pero las sensaciones a los mandos de un héroe, son bastante similares a las que teníamos en Overwatch. Si nos atenemos al multijugador, que es lo que hemos podido probar, es complicado no ver esto como una evolución lógica, una megaactualización, más que como un nuevo juego.
La clave está en los detalles
Esa es la primera sensación. Pero una vez que juegas varias partidas, pruebas varios héroes y mapas... La cosa cambia. Me refiero a que el ritmo de juego es más vibrante, muchos personajes tienen ahora unas habilidades mejor pensadas y que parece que todo fluye más. El primer cambio importante es el 5 vs 5 con el formato de 2 DPS, 2 Apoyos y 1 Tanque. Puede parecer una tontería, pero esto cambia totalmente la película.
Para empezar, ahora hay menos población en el mapa, generando más espacios y permitiendo que brille más la disposición de obstáculos y los diversos caminos. Eso sí, sigue habiendo tanta o más acción, porque esta se sigue centrando en ese tanque iniciador y los apoyos que le brindan su soporte. Los puntos calientes siguen siendo los de interés en el mapa y el modo, y los que crean esas moles de puntos de vidas. Tenemos dos menos en total, así que ahora es necesario una mayor coordinación entre apoyos y tanques, así como se eleva el techo de habilidad.
Overwatch es ahora un juego en el que se penalizan más los errores y que, en conjunción con los retoques a campeones como Orisa, Winston o Reindhardt, eleva más su techo de habilidad. Los mejores jugadores ahora ya no tienen porqué ser los DPS, sino que pueden ganar partidas desde más roles que ese.
Sojourn, Toronto y los reworks
Pero bueno, detengámonos en los cambios más visuales de todos como es la nueva heroína, los reworks y el nuevo mapa. Para empezar, Sojourn es una elección muy interesante para debutar en Overwatch 2. Digo esto porque se trata de una versión con más movilidad de Soldado 76, y que puede tanto deslizarse con una de sus habilidades, como activar el salto a la mitad del mismo para alcanzar grandes distancias por el aire. No es en absoluto rompedor, es más bien una evolución de lo que ya teníamos en la plantilla de héroes.
En cuanto a los reworks, tenemos algunos muy ambiciosos como el de Orisa y otros más modestos, pero la realidad es que todos van buscando el mismo objetivo: elevar el techo de habilidad sin tocar el suelo del mismo; tal y como dice la filosofía de diseño de Blizzard, ese easy to play, hard to master. Aqui no es la cantidad de cambios lo que da esperanzas a los fans de Overwatch, sino la línea tremendamente coherente que se ha llevado durante el desarrollo.
Si vamos a los mapas, creo que es interesante hablar de New Queen Street (Toronto), donde pudimos jugar al nuevo modo de juego. Mediante un zigzagueo de la calle principal, y una serie de agujeros propios de un queso, Toronto es un mapa realmente interesante por la cantidad de formas en las que permite afrontar una pelea. Hay muchas alturas, caminos y lugares para sacar partido a nuestro héroe y a nuestra composición.
No tengo dudas de que Overwatch 2 es un muy buen juego, incluso un gran juego. Recoge lo que hizo grande a Overwatch y lo pule de la mejor forma posible. Jugablemente no hay peros, aunque ahora la pelota está en el tejado de las misiones cooperativas y en el ritmo de novedades que haga de Overwatch 2 tan imprescindible como la primera entrega.