De pocas sagas se puede decir que hayan marcado con cada entrega a una generación distinta. Seguramente podamos hablar de los Mario 3D, con 64, Sunshine, Galaxy y Oddisey, o incluso de los Call of Duty. Pero la realidad es que si hay una IP con la que con cada nuevo título haya marcado un estándar y creado unos recuerdos imborrables para con quien lo jugó, es Grand Theft Auto.
Hace unos meses hablamos del remaster del Trilogy, y en MGG nos encargamos un redactor distinto de uno de los tres juegos que incluía. Esto es así porque cada jugador tiene una historia con GTA, y cada jugador está más unido a uno en concreto por razones muy especiales. Vice City, GTA 3 y San Andreas son muy especiales. También Niko Belic y su GTA IV fueron un giro de tuerca. Pero nada se acerca a lo que ha significado GTA V, uno de los juegos más vendidos de la historia.
Desde su lanzamiento hace ya ¡dos generaciones!, el título no ha dejado de crecer gracias al factor Online, a los servidores de roleo, y a las nuevas versiones que ha ido consiguiendo en consolas como PS4, Xbox One... Y ahora PS5 y Xbox Series. Este remozado para las últimas máquinas del mercado es sin duda una de las novedades más importantes del mes, y a juzgar por su éxito en estos últimos tiempos, del año.
Los gráficos y los diferentes modos
A esta versión hemos estado jugando estos últimos días y hay que dejar clara una cosa desde el principio. En absoluto esta revisión es tan ambiciosa como la realizada para la anterior generación. Aquella fue la oportunidad para Rockstar de dar forma a GTA V tal y como lo habían concebido, sin cortapisas de discos de datos, resoluciones y framerrates modestos, e incluso novedades como la primera persona. Lo que tenemos entre manos es una actualización mucho más centrada en dos puntos concretos: sacar partido a las nuevas consolas a nivel gráfico y a nivel de pantallas de cargas.
Lo de las pantallas de carga es algo sobre lo que os hemos hablado en el enlace de abajo, por lo que en este texto nos centraremos en los modos gráficos. En la versión next-gen de GTA V hay un total de 3: resolución, rendimiento y uno adicional con 30 fps y trazado de rayos. Nosotros hemos disfrutado del rendimiento, porque dota a GTA V de una fluidez que se agradece mucho, sin dejar de mejorar gráficamente el recuerdo que teníamos del título.
La opción resolución mejora el detalle en ciertos modelados y algo la distancia de dibujado, por lo que es el ideal si os vais a dedicar a hacer fotos a la ciudad, los transeúntes o todo lo demás. Por último está el modo más polémico, que es el de trazado de rayos. Decimos esto porque apenas se nota la diferencia con respecto al modo fidelidad, aunque quizás el problema es que servidor justo viene de observar la locura gráfica y especialmente en la iluminación que es Gran Turismo 7.
Una vuelta de tuerca al online
Si la gente compró GTA V de salida fue por la historia de Michael, Trevor y Franklin. Pero si el título ha seguido siendo un éxito en ventas, es por GTA Online y la enorme cantidad de contenido que se ha ido añadiendo durante todos estos años. De igual forma, esto empezaba a ser un problema, porque si alguien se quería sumar a esta fiebre, cada vez era más abrumador.
Lo que se ha hecho por parte de Rockstar es lanzar una especie de creador de personaje que nos da herramientas para ponernos a jugar y disfrutar desde el primer momento. Dicho sistema, llamado creador de profesiones, nos deja claro qué opciones tenemos y nos hace repartir los cuatro millones de dólares entre los distintos recursos disponibles que existen según nuestro estilo de juego.
Para quienes no hemos entrado demasiado en esta variante, se trata de un añadido muy interesante y que redondea una experiencia que no ha dejado de mejorar desde ya muchos años. Gracias a esto, muchos descubrirán todo lo que hay en GTA Online... Que no es poco.
GTA V es eterno
Cuando inicié GTA, tenía una lista de cosas que comprobar: los modos gráficos, sí estos estaban a la altura, el tema de las profesiones en el online, cómo se adaptaba al DualSense... Y fue ponerme a jugar y echar un vistazo a todo lo demás, a lo que ya tenía más que visto. GTA sigue siendo el mismo, pero soy yo el que ha cambiado.
Hace 9 años estaba ahí por las locuras de las misiones, ese lenguaje tan soez casi impropio de un videojuego o la libertad que se me prometía. Pero a día de hoy pude darme una vuelta por la ciudad y apreciar el ingenio de todos y cada uno de los anuncios, disfrutar de un estilo narrativo cinematográfico que casi me recuerda al más reciente Adam Mckay, o reírme tanto como antaño en las chanzas sobre redes sociales, populismo o capitalismo exacerbado, pero con es ojo nervioso que me ha dado el pasar a la adultez en este tiempo.
GTA V es un juego eterno, pero también una de esas obras que nos hablan del mundo en el que fue creado. Ya mismo, pero también dentro de unos cuantos años, veremos análisis de la realidad a través de la sátira de este videojuego; justo como sucede con ciertos libros o películas.
Grand Theft Auto V no se queda viejo, no sólo porque sus mecánicas sean finísimas y su aspecto gráfico haya ido mejorando, sino porque una obra tan completa, certera y cuidada al detalle queda para siempre cauterizada en la memoria. Y ahí no envejece nada.