La historia, tal y como la conocemos, ha podido cambiar en multitud de ocasiones. Como pasa en algunos videojuegos, cada decisión o cada acción tiene consecuencias que cambian el futuro. Y de ahí surgen diversas variantes; lo que ahora se llama multiversos. Y si Nintendo hubiese perdido el juicio ante Universal Studios por la licencia de Donkey Kong, puede que actualmente la firma nipona ni existiese. ¿Os imagináis un mundo sin Switch? Suena terrible.
Viajamos en el tiempo hasta los años ochenta, donde Universal Studios era una de las empresas más poderosas del mundo del entretenimiento y Nintendo estaba intentando hacerse un hueco. Así llegó al mercado el videojuego Donkey Kong en el año 1981, donde Mario, aunque por aquel entonces solamente se llamaba Jumpman, tenía que rescatar a la princesa Pauline de un enorme mono. Una premisa que coincide ligeramente con la película King Kong.
El juicio entre Universal y Nintendo por Donkey Kong
Desde Universal estaban intentando acercarse al emergente mundo de los videojuegos y varios representantes se reunieron al respecto de los juegos de más éxito. Entre ellos, hablaron de Donkey Kong, uno de los más populares. El abogado de la compañía realizó un análisis sobre el título y determinó que, a su juicio, se basaba de forma drástica en King Kong, lo que suponía una infracción del copyright de la marca, tanto por el uso de personajes como del escenario en sí.
Por aquel entonces, la empresa Coleco también iba a lanzar en sus sistemas el juego Donkey Kong, pero recibieron las amenazas por la violación de derechos de autor por parte de Universal. Al final, terminaron llegando a un acuerdo para que el 3% de los beneficios fueran para la productora cinematográfica. Pero, Nintendo, no cedió.
El abogado principal de Nintendo, llamado Howard Lincoln, inicialmente pensó que lo mejor era ceder a las presiones, pero cambió de idea para demostrar que Nintendo no era una marca como las demás. Un hecho que se ha convertido en su seño de identidad durante la historia. Así que, tras varias reuniones poco fructíferas, la situación entre ambas partes se agravó y terminaron en juicio. En Nintendo tenían claro que no eran responsables de ninguna violación de copyright y que había suficientes diferencias como para que ambos monos gigantes tengan poco que ver.
Universal propone tres opciones a Nintendo: dejar de usar los personajes del juego, lo que significaría hacer desaparecer a Super Mario, a Donkey Kong y a Pauline, obtener una licencia de Universal o esperar a juicio. La firma nipona sigue firme y elige la última opción.
Kirby, el salvador de Nintendo
Así que Lincoln, principal abogado de la Gran N, contrata a un abogado llamado John Kirby para representarlos en los tribunales: ya había ganado otros casos conocidos y sonados para Warner o PepsiCo. Primero, obviamente, tomó declaraciones a los integrantes de Nintendo, como fue Shigeru Miyamoto, creador del juego, quien confesó que inicialmente pensó en llamar King Kong al juego, porque es un término usado en Japón para referirse a un mono grande.
El juicio duró siete días y la productora argumentaba que el nombre de Donkey Kong podría llevar a equívocos con King Kong, por lo que sería una infracción de los derechos de autor. Por su parte, Kirby mostró las diferencias entre ambos productos y, además, que desde una demanda anterior de Universal con RKO Pictures, se había demostrado que la trama de King Kong era de dominio público. Desde la productora lo sabían en todo momento y aun así siguieron adelante porque podía ser beneficioso para sus intereses.
Así que, todo acabó con el tribunal fallando contra Universal, quienes también recibieron un castigo. No eran dueños de King Kong y, en el caso de que lo fueran, era poco probable confundir a ambos primates gigantes, ya que el de Nintendo era un personaje cómico con características infantiles y el de Universal un animal feroz con instintos de seducir a una mujer guapa.
Nintendo fue triunfante del caso y aceptó los daños legales causados por el proceso, así que recibió 56.000 dólares por daños y honorario en la defensa. Universal apeló la decisión haciendo encuestas telefónicas, pero el tribunal lo desestimó. La firma nipona no se quedó ahí y vio que, con todo a favor, podría lanzar una contrademanda por daños y perjuicios: y así le sacó 1.8 millones más a Universal por gastos legales y pérdidas de ingresos.
Y, sí, el personaje y los videojuegos de Kirby se llaman así en honor al abogado que tan bien trabajó para la compañía, salvando buena parte de su futuro con sus acciones en el juicio. Con el tiempo, Nintendo y Universal han trabajado juntos, y ahora colaboran tanto en el parque de atracciones, como en una futura película protagonizada por Donkey Kong.