Todos nos solemos obsesionar con algo en cierto punto de nuestra vida. Ya sea con la música rap, un deporte en concreto, las series de Netflix o los videojuegos. Tal puede llegar a ser nuestra obsesión que a veces nos obligamos a creer que nos tiene que gustar todo, y que hasta la más mínimo expresión de dicho área merece ser vivido en primera persona.
Pero no siempre es así. Mi idilio con los videojuegos data desde que tengo uso de razón. Compraba las revistas, ahorraba para juegos y me pasaba casi todo el tiempo libre devorando todo lo que tiene que ver con ellos. Hoy trabajo escribiendo sobre videojuegos, y eso es un arma de doble filo: la justificación de que tengo que jugar todo para estar informado puede hacerme llegar a un punto peligroso como es el generar rechazo.
No puedo entrar en todos los nichos
Pocos grupos de gente han sido tan vapuleados en la opinión pública del videojuego como los fans de los musou. Este género de 1vs1000 ha calado hondo, hasta el punto de contar con una saga y estudio referentes del mismo: Dynasty Warriors y Omega Force. Los nipones son los referentes de un mata-mata en el que controlaremos a un héroe capaz de derrotar a ejércitos enteros y cambiar el curso de la historia.
Con el lanzamiento de Dynasty Warriors 9 Empires, el primero de la saga en nueva generación, quise acercarme a este nicho y comprobar qué es lo que atrae tanto a este grupo de aficionados de dicha experiencia. Quizás es lo delicioso de ser un cuasidios en el campo de batalla, o puede que su juego directo atrape y me produzca una sensación similar a la que consigo con los juegos deportivos y un podcast de fondo.
Pero eso no es lo que sentí. El juego me pareció tosco, poco pulido y sin demasiado game feel satisfactorio, especialmente cuando esto último debería ser su principal baza al repetir mecánicas de combate hasta la saciedad. Hay mucha variedad de personajes, armas y habilidades adicionales, pero el golpe básico, no lo encuentro lo suficientemente sólido para ser el cimiento de todas las horas que aguadan estos títulos.
Tampoco me llamó la atención la avalancha de menús que se abren frente a nosotros en este Empires. La idea es darnos el control del ejército, pero también de nuestro territorio, creando una escena de conquista propia de los tiempos que se narran en Dynasty Warriors. Aunque valoro sus ganas de innovar en el género, hay demasiados conceptos y variables que se tiran a la cara del jugador. Es el clásico cuando más, mejor.
¿Esto hace que quienes disfruten con él deban abandonar el juego? No, en absoluto. Simplemente quizás no es para mi.
No estoy hecho para pasarlo mal
Un título ha estado en el foco público desde hace unos días. Martha is Dead ha saltado a la palestra por su censura en plataformas PlayStation. El juego de terror llegó hace unas cuantas semanas a mi mail en forma de clave de preview. Aunque no soy un loco de los títulos de este género, sí que me llamó el pretexto de que sus voces fueran en italiano y que se ambientara en justo esos años tan convulsos para el país.
Sin embargo, el título es demasiado perturbador para que pudiera seguir y realizar un texto sobre él. Sobrepasaba los límites de lo que puedo soportar. No es que los sustos me hagan gritar como un loco, sino que la ambientación y lo psicológicamente opresivo del título me sacaba por completo.
Estaba intentando darle caña, incluso planteándome darle al juego final porque realmente tiene mérito que una obra te haga sentir así, pero justo cuando estalló la polémica y vi cosas como las de arriba que supuestamente estaban censuradas, se terminó mi duda. Claro que es "similar" a Mortal Kombat, pero no es lo mismo.
El factor interactuación que te pide el juego durante estos desmembramientos hace que sea mucho más sugestivo emocionalmente, así como Martha is Dead carece del humor de Mortal Kombat. Todo está medido para hacerte sentir mal. La obra es fantástica, porque todo arte ha de provocar sentimientos en sus espectadores-jugadores, pero no es para mi. Y, de nuevo, no creo que eso sea un problema ni que deba ser censurado. Simplemente, no es lo que busco ahora mismo en un videojuego ni creo que pueda dar una opinión interesante de él en un análisis.