Cada vez que League of Legends recibe algún tipo de cambio, se genera una reacción en cadena que puede afectar positiva o negativamente a los campeones. Todos los sistemas del juego están interconectados y tras cada objeto añadido o cambio a los dragones hay ganadores y perdedores. Sin embargo, con las novedades de la pretemporada y la introducción de las recompensas por objetivos que favorecen las remontadas hay cuatro campeones que se han visto particularmente dañados de tal forma que los jugadores pueden ser castigados por jugar demasiado bien.
Los cuatro campeones paradójicos de la pretemporada
Los personajes que se encuentran en una situación negativa que les castigan por ser demasiado buenos son Twisted Fate, Gangplank, Draven y Pyke. Todos ellos cuentan en su kit de habilidades con una pasiva capaz de hacerles ganar oro adicional tanto a ellos como a sus compañeros y de forma que activan el nuevo sistema de recompensas para los rivales de forma particularmente sencilla. Un problema muy preocupante ya que son campeones cuyo equilibrio se ha llevado a cabo con esta mecánica: ganan más oro de forma pasiva, por lo que necesitan más objetos para ser verdaderamente eficientes. Además, se suma a las recompensas individuales en League of Legends.
Atendiendo a los datos, del grupo que forman estos cuatro campeones solo uno ha mejorado su rendimiento en el último parche. La situación de Twisted Fate es fácil de explicar: los nuevos Activos congelantes se han demostrado como una parte muy interesante de su construcción de objetos que ha aumentado notablemente su tasa de victorias. Una mejora que se refuerza también con la Corona de la Reina Quebrada. Este nuevo ítem es estadísticamente el mejor para el campeón, aumentando su tasa de victorias con respecto al clásico Escarcha Eterna en un 2,8%.
Sin embargo, el resto de los campeones no se han aprovechado demasiado de los cambios, quedándose en un estado prácticamente idéntico al del parche previo a la nueva pretemporada de League of Legends. Una situación que dificulta atribuir su estado de forma a las pequeñas modificaciones y que obliga a pensar en ese oro adicional que facilita la consecución de recompensas por objetivos para los enemigos como una parte importante de la explicación de por qué son peores que antes.
Aunque el equipo de desarrollo de League of Legends ha estado atento a los cambios de pretemporada, no se han posicionado sobre este tema en concreto. La solución parece fácil: lo justo sería hacer que el oro que generan no cuente de cara a las recompensas. También podrían llevarse a cabo mejoras de compensación que les devolvieran parte de su poder, sin embargo, seguiría existiendo esa sensación de que los sistemas de juego nos castigan por utilizar bien nuestro kit de habilidades.