Una de las decisiones que ha cambiado el futuro de Riot Games es comenzar su proceso de expansión. Anteriormente solo vinculada a League of Legends, la desarrolladora ha decidido potenciar su propiedad intelectual por excelencia readaptando el mundo de Runaterra a diferentes géneros. Un camino de éxitos desiguales que ha dado lugar a una imprevista polémica en la comunidad por la calidad técnica superior que muestran los últimos lanzamientos con respecto a la opera prima de la desarrolladora.
Un nuevo aspecto para Caitlyn
Aunque debemos hablar más de decepción que de polémica, lo cierto es que muchos jugadores han recibido la incorporación de Caitlyn en Legends of Runeterra como un jarro de agua fría. El juego de cartas acostumbra a deleitarnos con ilustraciones mucho más detalladas que las presentes en League of Legends. Algo comprensible teniendo en cuenta que es uno de sus grandes atractivos. Sin embargo, en el caso de esta campeona la desarrolladora ha mejorado mucho su aspecto haciendo gala de la marcada evolución a lo largo de los últimos años.
En detrimento de profundizar en su personalidad e historia, Riot Games apostó en su momento por una versión algo más estereotipada de la campeona. Un fallo que cometieron a lo largo de los primeros años cuando lanzaron personajes femeninos extraordinariamente genéricos y que han ido corrigiendo en los últimos desarrollos, donde han pasado a remarcar sus características únicas y apostado por una mayor variedad (Gwen, Rell, Samira, Senna…).
Sin embargo, en el juego de cartas inspirado en League of Legends, Caitlyn ha llegado con una ilustración que destaca por encima de todo su posición como agente destacado de un cuerpo policial. Aspecto remarcado todavía más en la forma mejorada que encabeza el artículo donde la campeona pasa a liderar un escuadrón de élite, convirtiéndose así en alguien verdaderamente único e irremplazable en el universo del juego que verdaderamente merece estar en la Grieta del Invocador.
El proceso ha sido inverso en algunos campeones masculinos, una situación que Riot Games ha prometido corregir pronto.