A excepción de algunas asperezas, League of Legends está en un momento formidable viviendo una de las mejores temporadas de su historia. Un contexto agradable que no invitaba a tomar demasiados riesgos y permitía a la desarrolladora acomodarse disfrutando de la inercia positiva con los futuros estrenos. Sin embargo, desde Riot Games tenían otros planes y de la noche a la mañana anunciaron un campeón que podía resucitar a sus compañeros. Una nueva barrera superada que, como cualquier gran cambio, género temor en los jugadores.
La pregunta es: ¿por qué hacerlo? League of Legends no necesitaba grandes revoluciones y bastaría con pulir el viejo trabajo. Sin embargo, en un ejercicio de inconformismo declarado, la desarrolladora tomó la decisión de dejar brotar la idea, y ahora ha querido hacernos partícipes de los motivos de la perla en su kit de habilidades.
¿Por qué Riot tomó tantos riesgos con Akshan?
Uno de los máximos responsables del equipo de desarrollo encargado de sacar adelante el último nuevo campeón ha querido resumir el proceso de toma de decisiones como la respuesta a tres preguntas.
La incertidumbre: ¿sabéis lo fuerte que puede ser esto?
El resumen rápido es que no. Desde Riot Games han declarado ser, obviamente, conscientes del potencial de esta habilidad. Sin embargo, los efectos en partida son algo misteriosos. En ocasiones puede cambiarlo todo y habrá otros momentos en los que solo sirva para que nuestros compañeros puedan morir una vez más. Sin embargo, ya en el pasado aseguraron que no podían simplemente restringirlo por pensar en el peor escenario posible.
En palabras de Riot, si pudieran optimizar el uso de un campeón y dominar todas sus particularidades en las pruebas jugables, probablemente habrían hecho un mal trabajo de diseño. La desarrolladora ha confesado que adora lanzar campeones y ver como es el factor x de la creatividad de los jugadores de League of Legends el que crea su verdadera forma de jugar más allá de cualquier intención a priori.
El riesgo: ¿para qué te la ibas a jugar tanto?
Para la desarrolladora, cada nuevo campeón de League of Legends debe tener algo único y especial. El planteamiento va muy en la línea de la necesidad de que los campeones añadan capas de dificultad adicionales. El objetivo es que todo siga siendo interesante y cada poco tiempo tengamos nuevos desafíos. Incluso ante la posibilidad de fallar, en Riot Games creen que merece la pena equivocarse.
Así, según explica su creador, “sin riesgo no tendríamos un tirador que tiene que recargar (Jhin), un support con una definitiva que ejecuta enemigos (Pyke) o un samurái de viento que para proyectiles (Yasuo)”.
La coherencia: ¿por qué esta mecánica para Akshan?
Entramos en dos terrenos que hacen el más difícil todavía. Por una parte, es fácil introducir la definitiva en términos de historia porque casa con el campeón como ser viviente en Runaterra. Por la otra, ¿por qué demonios necesita un asesino la capacidad de revivir compañeros? Al final, no es algo que le aporte demasiado por hacer su trabajo, y solo una recompensa por tenerlo más complicado.
El objetivo final es que Akshan sea divertido cuando lo elegimos, cuando lo tenemos enfrente y también cuando es nuestro compañero. Puede que cuando vemos a Zed hacer una jugada para conseguir una baja intrascendente mientras tenemos 60 segundos de espera para reaparecer nos de igual, pero la cosa cambia si le damos a un campeón “egoísta” la capacidad de ayudarnos de forma directa incluso tras caer en combate.
Así, desde Riot GAmes decidieron que esta piedra de toque fuera la verdadera clave de un diseño diferente y arriesgado. Un despropósito sin igual o un éxito que recuerde lo maravillosamente bien que hacen a veces las cosas en el equipo de desarrollo de League of Legends. En definitiva, Akshan es como es porque crear sin riesgo nunca tuvo sentido.