La percepción sobre los sistemas de League of Legends y sus campeones depende en gran medida del nivel de habilidad de los jugadores. Hay personajes extraordinariamente simples que no funcionan en los rangos más elevados y otros demasiado complejos al que es difícil sacarle partido cuando no tenemos el talento mecánico suficiente. Una situación que siempre ha existido en el título sin causar demasiados problemas, pero que en los últimos años se ha acentuado dando lugar a héroes que no funcionan en partidas clasificatorias y dominan por completo el sistema competitivo.
Akali un problema sin solución
De entre todos los campeones que podrían cumplir con esta descripción, hay uno que destaca por encima de todos los demás. Desde que se estrenó el rework de Akali, la campeona ha sido capaz de sacar de quicio a Riot Games. Una situación que incluso motivó una segunda actualización jugable que tampoco ha sido capaz de lograr los objetivos planteados por la desarrolladora. El personaje acumuló una presencia acumulada elevadísima en la temporada competitiva que, según las normas de la compañía, era sinónimo de un inevitable nerf que llegó en el parche 11.14.
El problema con respecto a esta situación ha llegado al tener en cuenta el rendimiento de Akali en partidas clasificatorias. La campeona nunca lo ha pasado especialmente bien en League of Legends, y cuando parecía haberse estabilizado en unas cifras aceptables, se ha llevado un nuevo mazazo que ha provocado un descenso en el ratio de partidas ganadas. Ahora este personaje solo gana el 46,5% de las veces en las que comparece en la Grieta del Invocador.
Esta situación es casi paradójica y desde Riot Games incluso están estudiando los campeones de este tipo al ser, prácticamente, una anomalía estadística. El planteamiento es que personajes como Akali reducen su ‘counterplay’ conforme aumenta la habilidad de los jugadores que la utilizan. Un problema que se ha convertido en un fallo casi cíclico de League of Legends y que no parece tener una salida sencilla.