Aunque a priori es una noticia positiva, el hecho de que un juego sea gratis puede llegar a ser un problema. Counter-Strike: Global Offensive es uno de los títulos que puede dar fe de esta situación después de haber pasado hace dos años a este modelo de negocio. Una situación que, por una parte, revitalizó el shooter táctico de Valve, pero por la otra le puso las cosas demasiado fáciles a los tramposos.
Valve toma una difícil decisión para CS:GO
Así lo ha reconocido la propia desarrolladora que ha anunciado que de ahora en adelante los jugadores en modalidad free to play perderán la posibilidad de conseguir acceso gratuito al “status Prime”, un matchmaking mucho más seguro en el que los jugadores no tienen que lidiar con tramposos de forma habitual. Una decisión sacrificada e incluso algo impopular que llega debido “a la existencia de actores negativos que han dañado la experiencia de los nuevos jugadores y los veteranos”.
Counter-Strike: Global Offensive transiciona con esta decisión hacia un modelo híbrido. Los jugadores free to play tendrán funciones limitadas quedando excluidos de la posibilidad de recibir drops, acceder a partidas clasificatorias o conseguir el status Prime de forma gratuita. Quedan por lo tanto obligados a comprar la mejora a la versión “premium” previo desembolso de 12,75 euros en el mercado de Steam.
El problema de los títulos Free to Play lo conocen sobradamente los jugadores de CS:GO, pero también ha afectado a otros como Call of Duty: Warzone. Reside, básicamente, en que los tramposos no pierden nada en absoluto por llevar a cabo sus fechorías. De esta forma, basta con esperar a recibir un VAC para crearse una nueva cuenta, subir unos pocos niveles y volver a empezar el ciclo hasta que llegue una nueva oleada o sean detectados de nuevo. Una situación de enroque en la que pierden los jugadores veteranos que, además, pasan a tener la sensación de que hay muchos más tramposos de los que parece.
Así, Valve espera que esto por lo menos suponga un sacrificio que evite el eterno retorno de los tramposos. Probablemente el afán ni siquiera sea recaudatorio: hace ya mucho tiempo que Counter-Strike: Global Offensive es extremadamente rentable con la venta de cajas y las transacciones del mercado de la comunidad, que generan miles de millones de euros cada año. El único fallo, como casi siempre, es que se hace honor a un dicho que suele sentar fatal: pagan justos por pecadores.