Los últimos parches de League of Legends han sido algunos de los que más cambios han introducido a lo largo de la presente temporada. Tras unos meses con el metajuego algo estacando, Riot Games estaba buscando una revolución que alterase la forma en la que se desarrollan las partidas. Lo cierto es que fue capaz de conseguirlo. Sin embargo, algunas de las decisiones de la desarrolladora no han contado con el apoyo de la comunidad y han resultado demasiado forzadas.
Para muchos jugadores, Riot Games no ha solucionado el problema y solo lo ha sustituido. El argumento en favor de esta forma de ver la situación es evidente. Si antes era Hecarim era el protagonista de la polémica con una tasa de baneos cercana al 60%, los cambios a los campeones de la jungla han creado un nuevo monstruo al que nadie quiere enfrentarse. Morgana, uno de los cinco elegidos para recibir mejoras, cuenta ahora mismo con una tasa de prohibiciones superior que alcanza los 63,95 puntos porcentuales en el parche actual.
Sin embargo, el fallo en las modificaciones que ha sufrido League of Legends de cara a la disputa del MSI 2021 no acabarían ahí. Lulu es otro caso estrepitoso. Aunque desde Riot Games parecían poner de su parte para que el personaje pudiera desenvolverse en la Grieta del Invocador, no ha sido capaz de hacer evolucionar el metajuego por sí sola. De esta forma, se ha convertido en un campeón horroroso para los jugadores de partida clasificatorias que aumenta su tasa de baneos conforme aumenta el nivel de juego hasta alcanzar un 47,70% en los rangos de élite.
De momento, Riot Games no parece demasiado preocupada por la situación. Sin embargo, la tasa de baneos se ha convertido en uno de los factores clave para llevar cabo cambios en los campeones de League of Legends. La desarrolladora lo considera un indicativo de la frustración que causan algunos personajes y, por ejemplo, en el caso de Samira, fue el argumento utilizado para su gigantesco nerf.