Una de las posiciones que menos han variado a lo largo de toda esta temporada de League of Legends es la jungla. Hace ya tiempo que los campeones basados en la velocidad de movimiento que pueden sacarle partido al Quimiotanque Turbo se han asentado como las piezas centrales de un metajuego que permanece intacto parche tras parche. Sin embargo, esta situación no es fruto de la dejadez de Riot Games ni podemos acusar a la desarrolladora de inhibirse a la hora de tomar decisiones.
El caso más destacado es de Hecarim, que recibió un nerf directo y otro indirecto en el pasado parche 11.7. En esta versión, el campeón perdió algo de velocidad de movimiento máxima y vio como su objeto predilecto sufría un cambio idéntico. Una situación que no era nueva para el personaje, que también ha acumulado unos cuantos en su daño base para tratar de llevarlo hacia construcciones basadas en la acumulación de esta estadística en caso de que quiera ser una amenaza para los rivales.
Sin embargo, Riot se ha quedado corta. Tras llevar a cabo todas estas modificaciones, la efectividad ha sido muy limitada. El suceso está en parte motivado por el punto desde el que llegaba el campeón, con tasas de victorias que superaban el 54% y que hacían presagiar que habría que esperar hasta que unas cuantas actualizaciones encadenaran nerfs para él y redujeran sus estadísticas. Un proceso largo que de momento Hecarim aguanta con solvencia siendo el campeón más problemático en los rangos platino y superiores.
Ya unos cuantos días después de que se introdujera el último parche y con 135.660 partidas de muestra, el personaje sigue ocupando el Tier S+ en la jungla. Una posición en la que es intocable y que está motivada por unas estadísticas escalofriantes: se elige en el 13,6% de las partidas, de las que gana el 53,3%. Lo más alarmante, sin embargo, es su cifra de buenos. De cada 100 partidas que se juegan en League of Legends, el poni pisador se queda fuera en 58.
De momento, en el PBE no hay cambios previstos para la próxima actualización 11.8. Habrá que ver si finalmente Riot cambia de rumbo en las próximas jornadas para acabar dándole a Hecarim una nueva reducción de poder.