Si el parche actual vino a cambiar el metajuego de League of Legends, el próximo 11.10 puede ser la verdadera revolución de la temporada. Riot Games suele hacer los grandes cambios tras las competiciones internacionales y ahora que el MSI ya ha comenzado, se han quitado de encima el temor a hacer ajustes más profundos que puedan alterar el juego. Prueba de ello es la transformación a la jungla, que se ha llevado toda la atención en el ciclo disponible del PBE.
Sin embargo, los campamentos neutrales no son todo lo que cambiará y desde la desarrolladora van a poner freno al robo de objetivos. Concretamente, le pondrán freno a la tiranía de Jinx. La tiradora volvió al metajuego tras una serie de cambios entre los que estaba una supremacía absoluta en el control de objetivos que le permitía ejecutar a los monstruos épicos solo utilizando su definitiva y llegando a duplicar el daño del aplastar.
A partir de la próxima actualización, sin embargo, esto se acabó. Una de las medidas estrella de Riot Games a la jungla es el cambio al Aplastar, que pasará a tener 900 de daño máximo. Algo que haría todavía más insostenible la situación actual con Jinx. Sin embargo, desde la desarrolla han estado previsores para evitar que se acentúe más algo que ya estaba siendo un problema para muchos jugadores. Así, a partir de la próxima actualización, el daño de la tiradora con su R (¡Supermegacohete mortal!) pasará a estar limitado a 800 de daño contra este tipo de monstruos.
Pese a todo, los junglas seguirán teniendo complicaciones para completar objetivos. Algunos personajes siguen siendo capaces de infligir una mayor cantidad de daño con su combinación de habilidades o con un solo hechizo. Eso sí, al menos casi ninguno podrá llevar a cabo la fechoría desde el otro lado de la Grieta del Invocador y pudiendo llegar a ejecutarlo los monstruos de League of Legends cuando todavía tienen 3.000 puntos de vida.