Para que algo que era de nicho, por muy grande que sea, pase a ser mainstream, hace falta un hito diferenciador. Hasta la llegada de Star Wars la ciencia ficción estaba reservada a los nerds, mientras España necesitó a Fernando Alonso para tenernos a todos viendo Fórmula 1 durante los domingos a la hora de comer y no solo a los locos del motor. Este proceso a menudo no es posible sin concesiones, quizás abriendo una brecha con tus mayores fans a cambio de un mayor público potencial. Puedes hacerlo muy bien y contentar a acérrimos de los cómics y a la vez a los nuevos creyentes, como las películas de Marvel han conseguido en mayor o menor manera, pero también tenemos esos casos de grupos musicales que se fueron a buscar sus nuevos sonidos tan lejos, que el producto final no convence ni a quienes compraron su primera maqueta.
Podemos decir que este proceso es un encaje de bolillos, simple desde fuera cuando vemos un resultado perfecto, pero complejo una vez lo diseccionas. Y este proceso es el que quiere hacer Housemarque con Returnal, su nuevo y esperadísimo exclusivo para PS5, que busca combinar tanto el frenetismo arcade por el que conocemos a este estudio, como abrir un género como es el del roguelike al nivel de exclusivo de apariencia Triple A.
El roguelike lleva mucho tiempo entre nosotros, y es especialmente popular dentro de la industria indie. Generación de escenarios aleatorios, objetos, armas y demás perks con sinergias y capacidad de crear builds... Este desarrollo lo hemos visto ya en muchos títulos estrella del indie como Spelunky, Nuclear Throne o The Binding of Isaac. Pero hasta ahora no habíamos tenido una propuesta con tantos galones y responsabilidad en el entorno first party de consolas como Returnal. Sí, estas experiencias ya convencieron a millones de jugadores, pero es el momento de dar el salto; Canción de Hielo y Fuego lo leyeron millones, pero Juego de Tronos convirtió la historia de George R.R. Martin en un antes y un después... Algo así.
¿Un roguelike tirando del carro de PS5?
Pero vayamos a lo básico: ¿Qué es Returnal? Pues se trata del primer gran exclusivo de PS5 en mucho tiempo, y también del primer videojuego con enfoque masivo de Housemarque, un estudio finlandés especializado en juegos descargables de un tamaño medio e incluso pequeño, centrados en la acción arcade. Sony les ha dado la oportunidad de ser uno de los primeros estudios en estrenar PlayStation 5 con un desarrollo exclusivo, y lo que nos han dado es una aventura en un planeta alienígena cambiante protagonizada por la astronauta Selene.
En vista de lo poco poblado del calendario de lanzamientos de Sony, y de la nueva generación en general, muchos pensaban que estábamos delante de un nuevo experimento No Man's Sky: un juego creado por un pequeño estudio, con una premisa atractiva, pero al que le podría ir grande este papel de titularísimo. Tampoco ayudaban los 80 euros a los que ha aupado Sony los juegos de nueva generación, y más tras el incidente Destruction All-Stars.
Y quizás esto haya emborronado el debate público sobre Returnal, un juego con una premisa muy atractiva desde el punto de vista narrativo, con un apartado visual realmente llamativo, y un desarrollo roguelike llevado al primer plano del sector del videojuego. Pues nosotros ya lo hemos jugado y os contaremos nuestras impresiones de las primeras horas en Atropos.
Estéticamente, Atropos te atrapa
Lo primero que te llama la atención de Returnal es, como no podía ser de otra forma, la propuesta estética al completo. Ya sabíamos que el juego tenía que tener cierto fuste gráfico al ser exclusivo de nueva generación, pero esto no va de eso. Sí, el planeta se ve precioso, las partículas son espectaculares y la iluminación es realmente detallada. Pero lo que tenemos entre manos es un conjunto visual, artístico y musical muy particular. Housemarque quiere llevarnos al espacio, que nos sintamos desprotegidos, asustados, fascinados y muchos más sentimientos complejos a la vez... Y creo que lo consigue.
El apartado musical rápidamente te agarra de la pechera, como no podía ser de otra forma con Bobby Krlic (autor de la música de la perturbadora Midsommar). Las notas se acompasan con las sensaciones que nos provoca esa primera run, la que realizamos de manera lenta dejándonos sorprender por las primeras mecánicas y los primeros descubrimientos.
Pronto descubriremos que no podemos morir, y que el planeta cambia con cada "resurrección" de Selene. Esto es algo que comprobamos con cada sala nueva que antes no estaba ahí, pero también con la reactividad del entorno: plantas que se mueven, muchas zonas y objetos destruibles o situaciones peculiares que antes no se podrían haber dado. El primer bioma (o nivel, si preferís) es una densa selva oscura, una presentación genial que posiblemente no se nos olvidará fácilmente.
Pero, ¿cómo se juega?
Pues vamos al plano jugable. En Returnal empezaremos con una pequeña pistola, y pronto empezaremos a conseguir mejoras. Estas pueden ser de todo tipo, reposando mucho en la estadística gamey más pura del género roguelike pero el juego hace el esfuerzo de intentar justificar todo desde el punto de vista narrativo. Esto es importante, porque los rogues no dejan de ser exponente puro del juego como sucesión de reglas, números y arquetipos, así como Housemarque es un estudio pata negra a la hora de desarrollar arcades. Returnal se toma muy en serio a sí mismo, y eso es algo que se agradece.
Tendremos disparos normales y secundarios de todo tipo, armas con diferentes estadísticas, así como artefactos con habilidades especial e incluso parásitos que nos darán esas necesarias mecánicas riesgo-recompensa. Los enemigos suelen atacar con todo tipo de rayos, bolas de energía y golpes en el suelo con ondas expansivas, convirtiendo el juego en algo no muy distinto de los juegos de naves bullet-hell. Es inevitable pensar en el destacable Risk of Rain 2 en este punto, quizás por la vista en tercera persona, aunque Returnal logra una partir de una jugabilidad mucho más suave y pulida. Y todo gracias al movimiento de Selene.
Porque en Returnal tan importante es hacer mucho daño y acabar rápido con los enemigos, como saber saltar, esquivar las decenas de bolas de energía que verás en pantalla y usar el dash con conciencia. Este movimiento cumple aquí el mismo papel que la voltereta en Dark Souls, si lo queremos ver así. Se trata de un poderosísimo gesto, que necesita un tiempo corto de enfriamiento, pero el justo para que no abusemos, para que nos esforcemos en mejorar, en pensar cada movimiento.
No es que Returnal sea difícil, aunque en estas primeras horas hemos notado una subida en lo que nos pide como jugadores tras el primer bioma. Pero aquí es donde entra la progresión acumulable. La historia nos hará ir consiguiendo artilugios que se mantienen tras la muerte y que nos permiten tanto abrir nuevos caminos, y por tanto mejorar más a Selene antes de morir, como tener ciertos beneficios nada más empezar una run. Quizás no nos acabemos todo el juego a la primera, pero siempre podremos ir avanzando un poco más con cada partida. Cada pequeño desbloqueo nos hace mejores.
La conclusión obvia
A la espera de seguir jugando y de poder contaros más, os diremos que Returnal es un juego más que interesante. Es interesante porque propone algo distinto a lo que estamos acostumbrados en nivel de exclusivos, al intentar llevar el roguelike a las masas. Pero para quien sea un amante de este género, también significará un título delicioso a nivel de gamefeel, con armas y desarrollo interesante, así como con algo que no suele ser un plato fuerte en los títulos más importantes que hemos tenido dentro de los rogues: una historia misteriosa y que se relaciona de maravilla con el desarrollo jugable.
Hay ganas de seguir con la partida, pero también mucha curiosidad por ver si estamos frente a un hito dentro de los juegos mainstream. Quizás tenga un efecto similar a Dark Souls y haga que muchos nuevos jugadores se asomen a una nueva forma de jugar, o puede que no convenza a estos jugadores más casuales o ajenos al género y veamos muchas copias en la segunda mano. Lo que podemos decir con total convicción tras estas pocas horas es que es innegable que Returnal es un buen juego.
El Analista de Bits ha realizado una comparación de rendimiento y gráficos de las tres versiones disponibles en los sistemas de Sony para mostrar realmente qué diferencias hay entre todas las consolas.
