Gwen se ha convertido, en su estreno, en uno de los peores campeones jamás lanzados a League of Legends. La costurera de la Isla de las Sombras ha llegado a la Grieta del Invocador debutando con una tasa de victorias extraordinariamente baja que tras ascender en las últimas horas apenas ha logrado situarse en el 38,9%. El registro, es uno de los más bajos de la historia del juego incluso teniendo en cuenta esta última época en la que la desarrolladora ha llevado a cabo lanzamientos mucho más discretos en cuanto a poder.
Solo el estreno del rework de Volibear, que se lanzó en mayo del pasado año 2021, contó con una tasa de victorias más reducida en su estreno (36,2%). Pese a que lo normal es que la desarrolladora de tiempo a los jugadores para que se acostumbren a utilizar a los nuevos campeones y que sus estadísticas mejoren de forma progresiva, sí lleva a cabo cambios en casos en los que los primeros indicios son tan negativos. Algo que ha motivado un parche de urgencia para la nueva campeona.
Riot Games ha demostrado que no le tiembla el pulso a la hora de reaccionar, pero tampoco ha querido repetir errores con mejoras excesivas. El caso más destacado de la historia de League of Legends es Yuumi, que tras un estreno catastrófico recibió una mejora excesiva por parte de la desarrolladora que la convirtió en la dueña y señora del carril inferior. En este caso, apenas son unos cuantos puntos de daño que podrían revertirse fácilmente de ser necesarios.
El problema de Gwen está siendo el juego temprano y su débil fase de líneas. Cuanto más dura la partida, la campeona es capaz de ganar un mayor número de partidas, por lo que las modificaciones a su daño base y no a sus escalados parecen bastante acertados. En cualquier caso, el personaje sigue mostrando una tendencia al alza. Aun así, para valorar el efecto de los cambios hay que seguir un procedimiento estándar en League of Legends que siempre implica esperar unas cuantas horas.