Los rumores llevan tiempo sonando y las investigaciones por parte de figuras involucradas en el ecosistema de los deportes electrónicos ya han sido confirmadas. El Counter-Strike de Norteamérica camina imparable hacia un nuevo escándalo de apuestas cuyas dimensiones son todavía desconocidas. Primero la ESIC y posteriormente el periodista Richard Lewis han informado de la situación asegurando destapar a todos los involucrados en esta trama. Sin embargo, han pasado meses sin que acabe de resolverse la situación.
Ante las insistentes quejas de los aficionados a Counter-Strike, que acusaban a Lewis de no cumplir con su palabra para acabar de resolver el escándalo o incluso “vender humo”, el periodista ha desvelado en redes sociales el motivo de su silencio al respecto: “A todos esos genios que han estado diciendo ‘daiblos, ¿por qué Richard Lewis no ha hecho público el asunto de amaños de partidos? Esto debería dejarlo claro: las agencias externas de defensa de la ley, incluido el FBI, se han interesado por el caso y eso lo cambia todo”.
El caso cobra así una dimensión mayor y algunos de los implicados podrían enfrentar penas mucho más serias que la simple suspensión competitiva temporal o permanente que le podría ser impuesta por Valve. Incluso Riot Games, que en principio parecía ajena a esta situación y hasta había comunicado la decisión de permitir que los jugadores comiencen de cero en su shooter en caso de recibir sanciones en cualquier otro título.
Sin embargo, desde la desarrolladora podrían haber cambiado de opinión por los últimos sucesos. De hecho, el ya mencionado Richard Lewis ha publicado una primicia en la página anglosajona Dexerto asegurando que Riot Games también está llevando a cabo una investigación paralela. Pesquisas cuyo resultado sigue siendo un secreto y en las que las consecuencias podrían cambiar el futuro de su shooter táctico.