Con tan solo unas horas de juego a Outriders nos ha quedado una cosa más que clara de Peopley Can Fly: siguen dominando la acción sin ningún tipo de problema. La desarrolladora polaca trabajó en el pasado en títulos como Gears of War Judgement o Bulletstorm, y se nota muchísimo, porque el diseño de niveles, las características de combate y los tiroteos son de lo más intensos. Outriders no llegará al mercado hasta el próximo 1 de abril, y esta demostración que permite probar varias de las clases que tendremos disponibles en la versión final del juego, así como un par de capítulos de la campaña, nos ha dejado con unas ganas tremendas de querer continuar jugando.
Gears of War Judgment fue un desastre como Gears. La compañía intentó cambiar la fórmula para adecuarla un poco más a lo que sería un Call of Duty o shooter en primera persona, se cargó la historia y fue directa al grano: a procurar que los jugadores tuvieran una experiencia frenética, intensa y repleta de tiros por todas partes. Y Bulletstorm es un poco más de lo mismo. Con Outriders ya sabemos a lo que vamos, pero parece que se ha hecho un pequeño esfuerzo extra por procurar que la trama tenga un peso mayor que en otros trabajos anteriores. Aquí, por ejemplo, podemos seleccionar en ocasiones las líneas de diálogo que queremos decir para aprender más de los personajes, del planeta o de determinadas cosas (muy a lo Mass Effect) para dar una mayor profundidad a ese hilo conductor que va enlazando los diferentes niveles por los que pasamos.
En Outriders, por lo menos, no ocurre como en Gears of War Judgement, donde parecía que solamente pasábamos de un nivel para ir alternando los personajes del Escuadrón Kilo. Pero es que la acción vuelve a superar con creces a lo que es la trama.Sin embargo, es un engranaje que no termina de funcionar del todo bien...
El factor narrativo
El problema gordo de People Can Fly es la historia. Cuando se trata de enganchar a los jugadores a través del libreto, la compañía siempre tiene problemas. Y aunque, como decíamos, se hayan procurado realizar avances con Outriders en ese sentido, no se termina de dar en el clavo. Unas pocas horas tampoco dan para hacer un grandísimo análisis, y más teniendo en cuenta que Outriders se postula, como tantos otros, como un juego de servicio que quiere funcionar el estilo Destiny. No obstante, más o menos ya podemos ver por dónde van los tiros y lo que podemos esperar a esos niveles narrativos.
La trama de Outriders, sin entrar mucho en spoilers, puesto que la historia al final es algo que debe descubrir cada uno y es lo que motiva a una parte de los jugadores a continuar jugando o a comprarse el título, nos sitúa en el planeta Enoch, que debemos conquistar debido a que la Tierra se ha quedado sin recursos. Pero lo que nadie sabía es que en ese planeta existe una peligrosa tormenta eléctrica que, de forma aleatoria, otorga poderes a quienes caen en ella. Solo unos pocos elegidos sobreviven, por lo que es tremendamente mortal para la mayoría. Lo mejor de la demo es que arranca con unos aires de Alien Covenant que nos han encantado. Se nos mete en escena siendo un Outrider, un soldado de élite, y nuestras tareas, al principio, son simplemente las de explorar e intentar establecer un campamento base con recursos. Conocemos a la fauna y la flora, nos familiarizamos un poco con el entorno y, de paso, aprendemos los controles base para luego poder pasar a la acción de forma fluida y sin interrupciones.
Es un inicio típico en el género de la ciencia ficción, con la humanidad a la deriva cargada de supertecnología hasta los topes con la necesidad de hacerse con otro planeta a causa del poco cuidado que han tenido con la Tierra. No vamos a entrar aquí en temas de colonialismo y demás, pero el concepto que plantea Outriders, si bien está muy manido ya, funciona de maravilla y va como un tiro para conectar a los jugadores con el videojuego. Pero todo eso termina derivando por unos caminos lo Los 4 Fantásticos que rompe un poco con lo mostrado justo al principio, y ahí es donde empieza un poco la desconexión por parte del usuario en lo que se refiere a trama y empiezan los tiros. Supongo que para compensar ese guion a medio cocer que requiere de una revisión.
Por otro lado, Cabe señalar que se nota que solo es una demo y que todavía hay ciertos apartados por pulir, dado que en determinadas cinemáticas los diálogos se repiten de forma accidentada y en el apartado visual de las mismas da la sensación de que no todas están igual de trabajadas. Es decir, que algunas sí tiene un pulido evidente mientras que, otras, aún necesitan unos cuantos minutos más de cocción. Pero vamos con lo que interesa, con lo que llevamos diciendo que People Can Fly se sale y todavía no hemos explicado bien: la acción.
Acción a todo gas
Outriders es claramente un híbrido entre Destiny y Gears of War, con ciertos aderezos de Mass Effect en eso que os comentábamos acerca de la toma de decisiones en determinadas secuencias y momentos del juego. People Can Fly se arriesga poco y va a lo clásico: al sistema de coberturas en tercera persona haciendo que Outriders sea una guerra de trincheras. Ahora bien, aunque haya coberturas, estas a veces serán totalmente redundantes, puesto que hay muchísimos enemigos en el campo de batalla y no se quedan precisamente atrás. Estos van a por nosotros como verdaderas bestias y encontraremos diferentes categorías: desde enemigos rasos con ametralladoras sencillas, hasta guerreros de élite con habilidades especiales que nos pondrán contra las cuerdas.
Cargando con tres armas y un séquito de poderes, habrá que abrirse paso. A diferencia de otros shooters, aquí las habilidades cargan extremadamente rápido, por lo que los jugadores pueden abusar de ellas y lanzarlas constantemente una y otra vez, cosa que agiliza bastante el gameplay y hace que todo se torne mucho más frenético. Ese frenetismo tan arcade es uno de los factores que enganchan. El hecho de exterminar a enemigos rápido, con disparos y “magias”, y recoger su loot para ir mejorando nuestro equipo.
Cada clase permite afrontar los enfrentamientos de formas muy diferentes, y eso es lo que da vida al juego. Por ejemplo, si seleccionamos la clase de piromante tendremos combates mucho más cercanos, casi pegados a los enemigos, puesto que nuestros poderes no pueden usar a largas distancias y si queremos recuperar vida deberemos quemar a todos con los que nos topemos. Esto último es importantísimo, dado que cada personaje recuperará salud de forma diferente. Según la habilidad que empleemos, obtendremos más o menos. Un sistema que favorece el uso de habilidades y obliga a los jugadores a ser un tanto agresivos, como Bloodborne, por ejemplo.
Problemas de competencia...
No obstante, y en líneas generales, a pesar de que tengamos ganas de continuar con Outriders porque su fórmula es de lo más adictiva (por lo menos para mi), lo que presenta está muy desgastado y actualmente tiene rivales poderosos contra los que pelear. Destiny evidentemente es el mayor exponente, y otros como Marvel's Avengers ya lo intentaron recientemente, y cayeron en el olvido. La lucha que va a afrontar People Can Fly no es sencilla, pero puede tener éxito si sabe atrapar a los jugadores suficientes como para montarse una comunidad e ir creciendo a base de expansiones y contenido extra, que sin duda será el plato fuerte del título llegado el momento. ¡Nosotros lo esperamos con ganas!