Shadow of the Colossus
El tono místico que desprende Shadow of the Colossus hace que el desarrollo sea algo confuso en algunos momentos, pero siempre sabemos que todo va mucho más allá de acabar con enemigos gigantescos. Precisamente, llega un momento en el que la obra nos hace sentirnos mal por acabar con seres increíbles e indefensos. Acabamos con 16 vidas... para nada.
Todo ello por un ritual de amor que no termina siendo efectivo, y dándonos cuenta que realmente hemos sido manipulados por unas fuerzas mayores, quienes además acaban convirtiendo al protagonista en un feto. Un final que deja un tremendo mal cuerpo.