Brothers: A Tale of Two Sons
Dura poco más de dos horas y, aunque lo disfraza entre puzles y secciones de plataformas colaborativas, con una jugabilidad un tanto enrevesada con el uso de los joysticks, pero con sentido narrativo. Pero Brothers tiene uno de los finales más duros y una de las escenas más tristes que recordamos en el sector.
En un momento dado, muere el hermano mayor. Entonces, ya solo funciona un joystick y nos cuesta acostumbrarnos. Lo primero que debemos hacer es enterrar a nuestro ser querido, arrastrando su cuerpo hasta un hoyo para arrojarle tierra encima. Una secuencia durísima con tintes personales. Josef Fares, creador del juego, dijo que está inspirada en hechos reales, ya que su madre tuvo varios abortos y, en uno de ellos, le pidió que enterrase al feto. El creativo sueco-libanés se inspiró en esa vivencia tan dura que tuvo de niño para confeccionar la escena.