Riot Games siempre ha tenido como objetivo reconducir a los jugadores tóxicos de League of Legends. La desarrolladora nunca ha pecado de tomar medidas excesivamente punitivas contra el comportamiento disruptivo y suele dar segundas oportunidades a los jugadores tóxicos. Sin embargo, en muchos casos estas medidas se interpretan como mera desatención y generan cierto descontento entre la comunidad que si sigue las normas que refleja en Código de Invocador.
En los últimos tiempos, sí ha tratado de hacer que las consecuencias de la conducta de un jugador recaigan exclusivamente sobre él, como sucedió en el caso de los AFK y las derrotas con pérdida de puntos mitigadas. Sin embargo, los jugadores han pedido a la compañía en repetidas ocasiones que vaya un paso más allá y ponga algo más de su parte por evitar que nos crucemos con conductas desagradables relacionadas con el acoso.
En este sentido, Riot le ha tomado la palabra a la comunidad en Valorant implementando una medida estelar: hacer que los jugadores con comunicaciones restringidas (castigos de chat o voz) no puedan unirse a las partidas clasificatorias. Una situación que inmediatamente despertó la pregunta evidente: ¿por qué no se aplica la misma medida para las partidas clasificatorias de League of Legends?
La respuesta está, en parte, en el propio funcionamiento del juego. Mientras que en un shooter comunicarse a tiempo real es crucial y afecta de forma muy clara a tus posibilidades de victoria, en League of Legends la situación no es tan radical y es relativamente sencillo utilizar el sistema de información basada en pings para dar la información necesaria. Básicamente, el mismo motivo por el que LoL no cuenta con un chat de voz.
Sin embargo, una de las frases con las que se justificó la decisión, deja algo de esperanza y se aplica perfectamente al MOBA de Riot: “Entendemos que tener jugadores que han probado que pueden tener un comportamiento especialmente disruptivo en vuestras partidas clasificatorias se siente realmente injusto”, comentó uno de los desarrolladores.
Las restricciones de chat fueron implementadas por Riot Games en 2013 y se aplican a jugadores con mal comportamiento durante las partidas. A veces no acaban de funcionar según lo esperado y habría que revisarl el sistema, pero por sí solas apenas generan molestas a los jugadores que, además, siguen pudiendo gastar sus pocos mensajes disponibles para hostigar a compañeros y rivales. Medidas severas que, además, supongan un castigo realmente doloroso podrían ser perfectas para que la gente se lo pensara dos veces antes de amargar a otra persona su experiencia en League of Legends.