En los últimos tiempos, Riot Games estableció una política de transparencia en la que nos suele contar todo sobre League of Legends. La desarrolladora ha estado comunicando a menudo los pormenores del funcionamiento del juego dando algunos detalles reveladores sobre el complejo proceso de toma de decisiones que siguen a la hora de aplicar cambios en el juego.
Uno de los detalles más curiosos e interesantes fueron los criterios que comunicó para las labores de equilibrio de campeones. Una serie de normas basadas en la estadística que establecía diferentes requisitos para tomar decisiones con respecto a posibles nerfs y buffs, afectando de forma diferente a los grupos de habilidad en los que se reparten los jugadores a los rangos de las clasificatorias y que dejó muy buenas sensaciones en la comunidad.
Sin embargo, la desarrolladora se ha estado saltando las reglas que ella mismo se impuso al ignorar el caso de Malphite, que se salta varias reglas al tener un ratio de victorias superior al 53,6% y ser baneado en el 30% de las partidas disputadas en los rangos superiores a platino. Una situación que en realidad lleva prolongándose a lo largo de un año en el que ya antes de la revolución de los objetos el campeón estaba en el filo de las normas.
Según Riot Games, la decisión de no ajustarlo en la pretemporada se debe a que preferían acabar con los objetos, que identificaron como causa del problema. Aun así, esa fijación por los nuevos ítems no impidió que el equipo de equilibrio de League of Legends decidiera reducir sustancialmente el poder de Amumu en lo que desde un primer momento parecía una mala decisión. Además, para el parche 11.1 no hay más cambios previstos a la polémica Égida de fuego solar y Malphite sigue sin aparecer en las notas preliminares del parche.
Está por ver cómo deshace Riot Games este último entuerto de la pretemporada de League of Legends. Al menos, eso sí, algunos de los trabajadores de la empresa han asegurado que hay nerfs en camino para el monolito y que el terror que infunde en la top lane pronto verá su final.
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