Cualquiera que haya jugado un par de partidas a Teamfight Tactics durante esta última semana o haya visto un rato a un streamer, sabe que el metajuego del autobattler de League of Legends no está en su mejor momento. Apenas es posible jugar un par de composiciones y parecía que habría que esperar al parche 10.9 de la próxima semana para ver esto atajado con el parche 10.9.
Nada más lejos de la realidad, ya que Riot Games ha atendido a las demandas urgentes de ayuda por parte de los jugadores y se ha implementado un hotfix. Estos ajustes a mitad de parche solo se aplican cuando algo no puede esperar a que el ciclo de actualizaciones haga su parte del trabajo. Y parece que este era uno de esos casos.
En cada lobby de Teamfight Tactics había al menos dos jugadores intentantando jugar composiciones de Dark Star con Shaco destruyendo a sus rivales, y otros dos acumulando Lágrimas de la Diosa en una alineación repleta de Guardianas de las Estrellas y Hechiceros. Unos destruyen con ese asesino completamente roto, mientras otros no se cansan de abusar de las bolas de Syndra y su capacidad para destruir dos o tres campeones antes siquiera de que empiecen los ataques básicos.
Por eso se han implementado unos ajustes que buscan dinamitar las líneas maestras de este tipo de composiciones abusivas. Por un lado tenemos los cambios a Shaco, que tendrá unas habilidades sucesivas mucho más caras y un escalado con hechizo mucho más limitado (un Shaco de una estrella de ayer tenía más escalado que un Shaco tres estrellas de hoy). Es cierto que se le aumenta en 20 puntos su daño base, pero los Estrella Oscura ahora generan cinco puntos menos de AD y AP cuando hay 6 piezas en el tablero.
Por último Syndra ve aumentado en 15 puntos su máximo de maná. Gracias a esto, ya no debería ser un festival del Serafín, Caliz de Armonía y Eco de Luden. Habrá que jugar a TFT durante esta semana para darse cuenta de cómo de acertados son estos ajustes, aunque muchos jugadores simplemente los agradecen al ser nerfeos.