Puede que de entre todos los grandes y buenos directores y creadores de videojuegos que hay en la industria, Hideo Kojima sea el más conocido por el público, o respetado, por el público. Aunque una persona no emplee su tiempo en jugar a videojuegos de forma habitual, si está interesado en la cultura reconoce el nombre de Kojima. Un director de videojuegos japonés cuyas obras son capaces de traspasar cualquier límite cultural, y, aunque sean de gran complejidad, son títulos abiertos a todo tipo de usuarios: tanto los que están metidos en el mundillo, como lo que no.
Death Stranding, su última obra y la primera de Kojima Productions, se ha colado en el Parlamento de la Comunidad de Madrid en boca de un diputado de Más Madrid; Antonio Sánchez, licenciado en Filosofía y Lenguas Modernas e investigador doctoral en Filosofía alemana. El diputado hacía referencia a cómo Kojima plantea la reconstrucción de una sociedad fracturada.
"Miren, para decir que "el mañana está en vuestras manos", Hideo Kojima, el creador de videojuegos japonés y quien creó un videojuego llamado Death Stranding, decía que tenemos que reconectar una sociedad fracturada. No se puede decir mejor, señorías. Tenemos que volver a construir comunidad. Tenemos que volver a dar certezas a las familias, a los jóvenes. A eso, a ofrecerles un horizonte. A recordar que la educación es solamente eso, un horizonte que no entiende de géneros, ni de etnias ni de origen. Y que, ante él, todos y todas nos merecemos ser iguales en libertad."
Antonio Sánchez ha recordado que los videojuegos también pueden ser obras que nos aporten conocimiento y nos ayuden a hacer frente a problemas reales. A profundizar en ideas, a investigar, a interesarnos por la cultura, a unirnos como comunidad, etc. Death Stranding ha dejado una huella imborrable.