Decir que los videojuegos no tienen nada que ver con la política sería tan absurdo como decirlos del cine, la literatura o el resto de medios artísticos con los que se expresa el ser humano. La política dicta nuestra forma de vida y las reglas que tenemos como sociedad, e incluso juegos absolutamente mecánicos y sin rastro de narrativa como Tetris, alberga una enorme historia política al ser el primer juego exportado desde la URSS a Occidente.
No es que haya casos evidentes como los juegos de estrategia con tintes políticos como Civilization o títulos basados en conflictos bélicos como Battlefield 1, si no que videojuegos que muchas personas consideran "apolíticos" y que pueden funcionar como forma de aislarse de la realidad política, también reflexionan e interpretan el mundo que nos rodea. Estos son unos ejemplos.
Football Manager
En nuestro análisis ya hablábamos de que Football Manager es un videojuego de rol, ya que adoptas el papel de una persona en un mundo ficticio con unas reglas propias y tomas decisiones en consecuencia. Este pensamiento es algo que el propio Miles Jacobson, jefe de la saga, ha dicho en muchas ocasiones. A diferencia de los mundos de fantasía a los que nos tiene acostumbrado el género del rol, Football Manager nos presenta un mundo muy similar al que nosotros habitamos. Y en este mundo las reglas las ponen los organismos políticos.
Basta un ejemplo para ver cómo la política puede influenciar al mundo del fútbol y, por tanto a Football Manager. Desde hace unos pocos años, Reino Unido está en proceso de salir de la Unión Europea; el conocido como Brexit. Además de juego de rol, Football Manager es un simulador, y tras unos meses de partida, se produce el Brexit en el juego. Y tu gabinete de prensa te informa en la bandeja de entrada de mensajes.
No es baladí esta noticia, ya que desde ese momento se endurece las condiciones de plantilla para los equipos de las ligas de Reino Unido y trata como extracomunitarios a los jugadores procedentes de dichos países. Nuevos límites y restricciones para futbolistas a la hora de confeccionar un equipo fruto de los cambios políticos.
Los Sims
"¿Qué puede haber más inofensivo y apolítico que una partidita a los Sims?", puede pensar alguno. Y estará equivocado. Aunque el juego tiene unos gráficos cartoon, pasa igual que con Football Manager, Los Sims son un simulador de vida humana y como tal, son un reflejo de la realidad. Si en FM se habla de la situación geopolítica y del traslado de trabajadores entre países y continentes, en Los Sims esto funciona a un nivel más bajo.
Al ponernos al frente de la vida de una persona, es necesario realizar las funciones vitales y también ganarnos la vida. Necesitamos ciertos objetos para cumplir con dichas funciones vitales como alimentarnos o dormir, pero también para progresar y ganar más dinero con el trabajo, crecer profesionalmente o contar con unos buenos ingresos para poder formar una familia. No hay forma de ganar a Los Sims, pero sí que una mecánica clave para progresar es directamente el materialismo.
El último ejemplo sobre cómo los Sims hablan de política es la recién anunciada expansión que nos permite crear pisos más pequeños que de costumbre, usando mobiliario como camas plegables. Tiny Living propone como reclamo, exactamente el mismo que los estudios de 30 metros cuadrados en los que viven muchos jóvenes en las grandes ciudades ante la meteórica subida del precio del alquiler: una reducción en el pago del alquiler a cambio de vivir encerrado en un cubículo.
Grand Theft Auto
Quizás este es muy obvio para mucha gente pero, además que un buen sector de dentro y de fuera de los videojuegos sigue creyendo que su único pretexto es matar gente por la calle e irse de putas, es un buen momento para hablar de la carga política de GTA. La saga comenzó intentando emular al cine de gángsters, pero en San Andreas ya se apreciaban las ganas de comentar asuntos con implicación política como la segregación racial en Estados Unidos o el abuso y corrupción policial en el país.
Es con la quinta entrega de Grand Theft Auto cuando este retrato de América aumenta exponencialmente en profundidad y crítica. La foto con la que se ilustra este apartado pertenece a una interesante misión en la que nos colamos en LifeInvader, un trasunto de Facebook/Apple, para colocar una bomba en su nuevo dispositivo.
La crítica a Facebook y Mark Zuckerberg en GTA V es enorme, satirizando con la invasión de nuestra intimidad desde el propio nombre de la caricatura. Esto tiene una gran relevancia política, ya que el creador de Facebook tuvo que afrontar una declaración en el Congreso hace escaso tiempo en la que los políticos estadounidenses le pedían explicaciones sobre la privacidad de su plataforma.
Además de esto, Facebook es uno de los principales responsables de la expansión de las fake news y su relación con el ascenso de Donald Trump al poder. El equipo del actual presidente entendió a la perfección la oportunidad que presentaba la red social para difundir sus ideas.
Además de esto, el mundo de Los Santos está recreado de una manera tan fiel a la realidad que es posible realizar trabajos como el del enlace superior. La representación de la crisis de los sin techo en la ciudad de Los Angeles en 2013 por parte de Grand Theft Auto ya auguraba lo que hoy sucede en barrios como Skid Row.
Final Fantasy VII
Final Fantasy VII es uno de los juegos más importantes y queridos de la historia del medio. Al igual que pasa con GTA, el J-RPG de Square no oculta para nada sus inspiraciones políticas, pero muchos lo jugamos con una edad tan temprana y lo idealizamos pensando que simplemente es una epopeya en la que Cloud Strife y compañía tenían que acabar con el malo maloso llamado Sefirot.
Sin embargo, toda la primera parte del juego, la que se desarrolla en Midgar, no deja de hablar de temas políticos. En primer lugar, la orbe subterránea es un mundo asolado por las megacorporaciones fruto del liberalismo feroz que ha creado una desigualdad muy grande entre sus habitantes. Pero es que el primer tramo del juego nos pone en la piel de un SOLDADO arrepentido de sus actos que ayuda a un grupo terrorista llamado Avalancha a destrozar un reactor energético que drena la energía del mundo.
En un 2020 donde el mayor problema que afronta la humanidad es la emergencia climática, Final Fantasy ya hablaba sobre la sostenibilidad de la explotación de los recursos naturales.