Si os pidieran encuadrar a Football Manager en un género ya existente, muchos dirían que se trata de un simulador y quizás hasta estarían de acuerdo en ir más allá y ponerlo en el grupo de los "simuladores deportivos". Es innegable que esto es cierto, porque es posible tratar de gestionar un aspecto de la realidad al igual que el Farming Simulator simula el trabajo de un granjero, Sin embargo, a mi me gusta pensar que Football Manager también es un juego de rol.
Quizás lo tradicional es considerar que un juego de rol, en especial en el mundo del videojuego, es uno que versa sobre asuntos fantásticos. Duendes, orcos y magia vienen a nuestra mente cuando pensamos en ese género. Pero la definición de "rol" es ponerte en una nueva piel y actuar en consecuencia, ser uno más en un mundo distinto. Y sí, para muchos ser el entrenador del equipo de fútbol de tu ciudad es una fantasía.
Si nos vamos al rol tradicional, el de tablero, papel y bolígrafo, es fundamental que una parte del juego suceda en nuestra cabeza. Esto es algo que también tienen videojuegos con cámara isométrica como Pillars of Eternity. Por bonito que pueda ser, no podemos evitar cerrar los ojos e imaginarnos todo lo que no vemos con nuestros propios ojos en pantalla. Y parte de esa magia es la que tiene Football Manager cuando sobrepasas su aspecto de macropágina de excel.
Esa parte de simulador deportivo se puede asociar con una peculiaridad de los videojuegos que pertenecen a este género: son entregas anuales. Esto puede parecer una tontería, pero hace que los títulos se desarrollen, por lo general, usando un mecanismo de iteración sobre el juego del año pasado. Por ello, desde los medios se suele usar un proceso de análisis por comparación: ¿qué tiene este juego que no tenga el anterior?, ¿qué ha mejorado?.
Football Manager no es ajeno a esto y uno de los reclamos durante la campaña de promoción del título han sido las novedades de la entrega de este año con respecto a FM2019, y no podemos negar que han sido acertadas. Sí que hay ajustes en el plano visual, con mejores diseños de los modelos 3D y de las caras de los regens (jugadores inventados que va generando el juego a medida que otros se retiran), pero hay otros muy interesantes para los que de verdad son jugadores hardcore.
En un momento en el que compramos juegos sin hacer caso al tiempo del que disponemos para terminarlos, Miles Jacobson, Director de Sports Interactive ha comentado hace un par de semanas que el tiempo medio de uso de Football Manager 2019 por parte de los jugadores es de cerca de 250 horas. Por ello, hay cambios tan importantes para quienes de verdad intentan crear dinastías de décadas en el juego, que no son pocos.
La primera de estas novedades te asalta nada más comenzar la partida. El equipo con el que firmas como mánager te da unas pautas sobre la visión y la cultura del club, y aparte de los siempre importantes resultados, tu rendimiento en esa serie de puntos será lo que determine la satisfacción de la directiva y hasta de los aficionados. Por ejemplo, como sucede desde hace una década, mi primera partida ha sido con el Sporting de Gijón. Se trata de un equipo que tiene una importante tradición de desarrollar talento joven gracias a la escuela de Mareo y FM2020 lo tiene en cuenta para que la directiva me invite a firmar gente de menos de 23 años.
A partir de ahí, entran objetivos año a año que me obligarán a ir progresando de manera continua consiguiendo el ascenso en un plazo de dos años y luego asentarme en primera división. Por supuesto, también hay factores económicos como no gastar más de lo presupuestado en sueldos. Y en base a eso, tendremos una nota numérica que se actualizará de manera mensual en cada uno de estos apartados.
En Football Manager hay jugadores que disfrutan reflotando equipos o salvándolos del descenso en pocos meses, pero lo habitual es crear dinastías desde el trabajo de la cantera y el fichaje de los llamados "chicos maravilla". Desde la gestión del entrenamiento, pasando a los minutos de juego necesarios para conseguir experiencia, este es un aspecto clave para que el supuesto éxito de tu equipo no sea flor de un día.
Y eso es algo que se mejora con el Centro de Desarrollo. Hasta ahora se debía gestionar cada jugador de manera individual, pasando por varios menús para tomar decisiones como ceder a una promesa para que tenga minutos. Con esta herramienta, nuestros empleados nos irán dando valoraciones generales sobre nuestros filiales, informes sobre los jugadores cedidos, o sencillos gráficos para medir la progresión de los jóvenes durante los últimos meses.
No es una revolución durante las primeras horas de partida, pero sí que se empieza a agradecer en cuanto llega la primera hornada de juveniles y es muy útil para tener una visión general del futuro del club. Si sois de los que firman jugadores nigerianos, serbios, croatas y uruguayos de 16 años con avidez y fruición hasta el punto de saturar tu equipo sub 19, esta herramienta te hará feliz.
Junto con esto, llega otra novedad muy importante que es el poder usar el tiempo de juego como arma en las negociaciones. Tradicionalmente se podía indicar a un jugador su importancia con el uso de roles como "titular habitual" o "jugador clave"; ahora esto se complementa con una estimación de los minutos que jugará, algo que además se puede ir escalando con cada temporada de su contrato. Una herramienta más para planificar el futuro.
En cuanto a los puntos negativos, hay muchos que se están solventando en los parches que ha ido introduciendo Sports Interactive durante estas últimas fechas. Los problemillas con la traducción han ido mejorando sin parar y los bugs también, como es natural. Aún así, aún se le puede pedir un poco más a Football Manager en un par de apartados. La simulación 3D del partido parece primar este año quizás demasiado los balones a la espalda de las defensas. Hemos visto minutos seguidos de un encuentro y la sensación es que pasa en los momentos clave, más que en el total del partido.
Por otro lado, sí que va siendo hora de pedirle a Football Manager un sistema algo más evolucionado de las ruedas de prensa y charlas prepartido. Hace años fueron muy celebradas, pero con el paso del tiempo se van pareciendo cada vez más a un sistema de "karma" en el que podemos ser bueno o malo con el matiz de los tonos con los que decimos las frases. Se trata de un punto que ocupa un tiempo importante y que hace que nos relacionemos con los "NPCs" del juego, por lo que toca dar un paso adelante.
