Sabemos de sobra que este es uno de los peores momentos posibles para hacernos con un PC gaming por piezas, principalmente debido a los problemas de sobreprecios y stock de ciertos componentes. Componentes entre los que, sin duda alguna, destacan las tarjetas gráficas.
El auge de la minería de las criptomonedas, sumado a un gran interés por jugar y a una escasez de materiales de fabricación derivados de la pandemia del coronavirus ha dado como resultado una de las épocas más irregulares que se recuerdan en lo que a posibilidades de hacernos con una tarjeta gráfica se refiere.
El baile de precios y de stock ha sido tal desde finales de 2020 y lo que llevamos de 2021 que incluso los lanzamientos más recientes de NVIDIA y AMD han estado únicamente al alcance de muy pocos. Y a unos precios superiores a los recomendados por las propias compañías.
Los portátiles gaming han supuesto una excelente manera de capear este temporal de componentes. Y poco a poco vamos viendo la luz al final del túnel, gracias a la irrupción de ordenadores gaming premontados y a un stock y una estabilización de los precios que parece que van acercándose a unos límites más aceptables.
Por ello, y a pesar de que si queremos hacernos sí o sí con una GPU en estos momentos y no queremos esperar, independientemente de que sea de nueva generación o no, sigue resultando complicado, podemos acabar comprando este codiciado componente. Probablemente, a un sobreprecio. Pero comprarlo al fin y al cabo.
De modo que a continuación repasaremos qué aspectos tener en cuenta a la hora de hacernos con una tarjeta gráfica en pleno verano de 2021, para posteriormente conocer algunos de los modelos más interesantes que encontramos en el mercado actualmente. Siempre con la pretensión de obtener la mayor relación calidad precio posible, pero sin olvidarnos de que nos toca pagar un precio mayor al que sería de esperar.
Tarjetas gráficas: qué aspectos tener en cuenta al adquirir una
En el sector de las tarjetas gráficas, como sucede con otros tantos componentes, no nos vale con cualquier modelo para nuestro PC gaming. Dependiendo de varios factores, deberíamos ir a por una u otra. E incluso dentro de una misma gráfica encontramos variantes dependiendo del fabricante, lo que afecta en su eficiencia energética, refrigeración, tamaño... Así que antes de echarle el guante a una, es importante que tengamos en cuenta una serie de detalles.
Lo primero de todo es decantarnos por un fabricante: NVIDIA o AMD
Aunque Intel está cada vez más presente, el mercado de las tarjetas gráficas gaming de escritorio está monopolizado por los dos grandes fabricantes: NVIDIA y AMD. Y aunque los modelos de ambas compañías que compiten entre sí ofrecen rendimientos parecidos, en el día a día no es lo mismo contar con uno de NVIDIA que con uno de AMD.
Ambos fabricantes lanzan sus nuevas generaciones de tarjetas gráficas prácticamente al mismo tiempo, como ya vimos a finales del verano del año pasado. Y aunque cada uno destaca ciertas tecnologías propietarias para atraer a compradores, en términos de rendimiento (lo que al fin y al cabo nos interesa a la hora de jugar) obtenemos un buen desempeño nos decantemos por la compañía que nos decantemos.
Pero hay un factor importante a tener en cuenta: la madurez de los drivers. Cada tarjeta gráfica viene asociada a unos drivers que se actualizan con el correr de los años, que incorporan nuevas funcionalidades y mejoras de rendimiento. Y este es un punto muy importante, sobre todo de cara a lanzamientos nuevos de videojuegos. Entonces, en este sentido, la comunidad suele estar de acuerdo en que NVIDIA siempre está un pasito por delante respecto a AMD, de modo que las GPU de esta última a veces tardan un tiempo en alcanzar su punto dulce de rendimiento desde que ven la luz.
Esto no quiere decir, ni mucho menos, que decantarse por AMD sea mala opción; de hecho, hay ciertas gráficas AMD que resultan más interesantes que sus competidoras directas de NVIDIA por contar con unos precios más ajustados. Pero para que obtengamos la mejor de las experiencias, y para que la compra que vayamos a hacer nos ofrezca la mayor satisfacción posible, debemos tener este aspecto en cuenta: si siempre queremos ir a la última en cuestión de drivers y preferimos una mejor compatibilidad con los juegos desde el primer día, NVIDIA es la opción idónea. Y si por el contrario queremos ahorrar a toda costa, en líneas generales AMD es la elección adecuada.
Resolución a la que vamos a jugar, grado de exigencia y resto de componentes de nuestro PC gaming
Por otra parte, en el rendimiento máximo que sea capaz de darnos cualquier tarjeta gráfica (en términos de fotogramas por segundo y ajustes gráficos de los juegos) juega un papel fundamental el resto de componentes con que cuente nuestro PC gaming, así como la resolución del monitor que usemos.
A día de hoy, una de las resoluciones más extendidas sigue siendo el Full HD, y la mayoría de los jugadores en PC se decantan por ella. Principalmente, los competitivos. Pero, cada vez más, el 1440p y el 4K están más presentes en nuestros hogares, ya sea para usar en consola o en ordenador. Y a mayor resolución de la televisión o monitor, mayor ha de ser la potencia de la tarjeta gráfica para mantener una tasa de fotogramas por segundo estable.
Lo mismo ocurre con nuestro nivel de exigencia visual en lo que a la calidad gráfica de los juegos se refiere. Además del tipo de juego al que juguemos. Porque no es igual de exigente un triple A como Red Dead Redemption 2 que un título competitivo tipo Valorant, League of Legends o Call of Duty: Warzone; en estos últimos se suele emplear una configuración de gráficos no muy alta para dar prioridad a los fotogramas por segundo.
Además, el resto de componentes han de ir acorde a la gráfica y viceversa, para evitar posibles cuellos de botella. Si añadimos una gráfica súper potente a un equipo con poca RAM, un procesador de gama baja o una fuente de alimentación deficiente, no estaremos aprovechando todo el potencial que nos ofrece la GPU ya que el resto de componentes nos limitarían. Y al contrario, igual: por mucha CPU y RAM que tengamos, si la tarjeta es de gama de entrada no conseguiremos un gran rendimiento en videojuegos.
Presupuesto máximo que podamos gastarnos en la tarjeta gráfica
Un detalle a tener muy en cuenta, sobre todo en estos tiempos, es el del precio. Porque si habitualmente las tarjetas gráficas que mejor rendimiento ofrecen son caras, actualmente lo son mucho más. Y ello a pesar de que la última generación de AMD y NVIDIA prometieron ser más económicas que las de años anteriores.
Pero el stock es el que es y los precios están por las nubes. Por lo que no todo el mundo está dispuesto a pagar ese dinero extra que supone hacernos con una GPU en 2021. Extra que en ocasiones llega a alcanzar el doble del precio oficial. Así que, como sucede a la hora de realizar cualquier compra, cuando echemos el ojo a una gráfica debemos tener claro cuál es nuestro presupuesto máximo y para ir a por el mejor modelo posible dentro de dicho presupuesto.
No nos olvidemos del stock: al fin y al cabo ahora sólo podemos acceder a un número limitado de modelos
Finalmente, y antes de pasar a ver algunos de los modelos de gráficas más interesantes del momento (dentro de las circunstancias actuales), hay un detalle que no podemos pasar por alto. Detalle que en condiciones normales no debería existir, pero que a causa de la escasez de componentes se ha convertido en una de las variables de más peso en el mercado de tarjetas gráficas.
Nos referimos, claro está, al stock y a los sobreprecios de algunos modelos. Porque debido al momento convulso que nos ha tocado vivir, el mercado de las tarjetas gráficas no deja de bailar tanto en stock como en precios. Es cierto que cada vez hay más stock en las tiendas, pero de las pocas GPU que sí hay unidades, la mayoría suelen contar con un precio desorbitado.
De modo que además de todos los aspectos que hemos comentado anteriormente, este es especialmente importante hoy en día. Y tenemos que valorar si nos merece la pena hacer un mayor desembolso en estos momentos por un producto que en realidad debería ser más barato o si resulta más rentable esperar a que el mercado se acabe estabilizando. Algo que, esperamos, ocurra más pronto que tarde.
NVIDIA GeForce GTX 1660 Ti
La primera tarjeta gráfica de la lista es también de las más baratas (439,90 euros) por pertenecer a la serie 1.000 de NVIDIA. Se trata de la GTX 1660 Ti, la más potente de las GTX y una excelente opción siempre y cuando nuestro objetivo sea jugar a 1080p a 60 FPS estables a máxima calidad gráfica. E incluso podremos aprovechar los 144 Hz de los monitores si ajustamos las opciones gráficas de los títulos.
Precio: puedes hacerte con esta tarjeta gráfica por 439,90 euros en PcComponentes y 519,99 euros en Amazon.
NVIDIA GeForce RTX 2060
De cara al futuro es interesante contar con una gráfica como esta, la RTX 2060, porque nos abre la puerta del ray tracing y el DLSS, dos de las tecnologías más interesantes del sector gaming en la actualidad. Con un precio de 499,90 euros, esta GPU es perfecta para jugar a 1080p a más de 60 fotogramas por segundo de manera estable con buena calidad gráfica. E incluso podemos dar el salto a 1440p en la mayoría de los títulos.
Precio: puedes hacerte con esta tarjeta gráfica por 499,90 euros en PcComponentes y 599 euros en Amazon.
AMD Radeon RX 6600 XT
Por 499,90 euros tenemos una buena GPU de AMD, para usuarios que prefieran decantarse por esta marca en vez de NVIDIA: la RX 6600 XT. Compitiendo con las gráficas de entrada de la nueva generación de RTX, las 3060, ofrece un perfecto rendimiento para Full HD y también para 1440p en todo tipo de juegos, por exigente que sean. Además, al contar con un precio similar al de la RTX 2060 que acabamos de ver resulta una opción más interesante en relación calidad precio.
Precio: puedes hacerte con esta tarjeta gráfica por 499,90 euros en PcComponentes.
NVIDIA GeForce RTX 3060 Ti
Damos el salto de lleno a la nueva familia de gráficas RTX 3000 de NVIDIA. Y por lo tanto, los precios empiezan a variar enormemente entre tiendas y modelos de GPU. Esta, la 3060 Ti, tiene un precio de 619,90 euros y ofrece 8 GB de VRAM. Resulta más que suficiente para resolución Full HD y una gran opción para jugar a 1440p a altas tasas de fotogramas por segundo a poco que ajustemos las opciones gráficas.
Precio: puedes hacerte con esta tarjeta gráfica por 619,90 euros en PcComponentes y 903,33 euros en Amazon.
NVIDIA GeForce RTX 3070 Ti
Sin duda, la RTX 3070 Ti es una de las grandes triunfadoras de la recientemente estrenada serie 3000 de NVIDIA. Y esto es así porque se queda a medio camino entre los modelos de entrada y los de gama alta, y por un precio mucho más comedido (en condiciones ideales) aunque ahora elevado (de 999,90 euros) ofrece una potencia tremenda para jugar a lo que queramos a 1440p a altas tasas de fotogramas por segundo. E incluso a 4K si hacemos algunas concesiones de calidad gráfica.
Precio: puedes hacerte con esta tarjeta gráfica por 999,90 euros en PcComponentes y 1.112,74 euros en Amazon.
AMD Radeon RX 6700 XT
Compitiendo con las RTX 3070 tenemos esta alternativa de AMD, que por un precio ligeramente inferior (912,31 euros) ofrece también un excelente rendimiento para jugar en 1440p e incluso a 4K. Además, esta GPU de AMD juega una gran baza, y es que incorpora nada menos que 12 GB de VRAM; una apuesta de cara al futuro con la que no quedarse corto de memoria para lo que está por venir.
Precio: puedes hacerte con esta tarjeta gráfica por 912,31 euros en PcComponentes y 931,08 euros en Amazon.
NVIDIA GeForce RTX 3090
Finalmente, nos encontramos con la gráfica más potente para jugar que existe en el mercado a día de hoy: la RTX 3090. Con nada menos que 24 GB de memoria VRAM GDDR6X, no hay juego que le resista a 4K con alta tasa de fotogramas por segundo. Y en resoluciones inferiores, mucho más. Aunque tal rendimiento sale caro, y más que nunca en estos días, ya que este modelo cuesta la friolera de 2.616,47 euros.
Precio: puedes hacerte con esta tarjeta gráfica por 2.616,47 euros en PcComponentes.
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