A la hora de adquirir un PC gaming, tenemos en cuenta multitud de aspectos: tipo de caja, ventilación, procesador Intel o Ryzen, gráfica NVIDIA o AMD, cuánta memoria RAM añadimos y a qué frecuencia, y un larguísimo etcétera de detalles. Pero no debemos de olvidarnos del que probablemente sea el periférico más importante de todos: el monitor.
Un buen teclado, un buen ratón y unos altavoces a la altura, además otros tantos periféricos como auriculares o micrófono pueden hacer que nuestras sesiones de juego resulten más cómodas. Pero no resultan tan importantes como el monitor; al fin y al cabo, el modo que tenemos de recibir lo que el ordenador genera es mediante los ojos. Es decir, a través del monitor.
Es por ello que tenemos que prestar especial atención a la hora de hacernos con un modelo nuevo, ya sea porque queremos dar un salto de calidad desde nuestra anterior pantalla o porque no contamos con ninguno y, ya puestos, queremos adquirir el mejor monitor posible dentro de nuestro presupuesto.
Entonces, una vez aclarado esto, nos surgen mil y una preguntas acerca del tamaño, la resolución, la tecnología del panel, el tiempo de respuesta... a la hora de decantarnos por un monitor u otro. Así que veamos los principales aspectos que debemos tener en cuenta para que nuestra compra sea la que mejor se adapte a nuestras necesidades.
Tamaño de pantalla y resolución
Hasta hace poco nos conformábamos con pantallas de 21 pulgadas o menos. Pero hoy en día, y cada vez más, no es extraño encontrarse con modelos que lleguen hasta las 32. Y generalmente es un camino de no retorno; cuando pruebas un monitor grande, raro es que quieras volver a uno más pequeño.
Entonces, en los modelos que veremos a continuación, lo ideal es partir de 24 pulgadas. Y podríamos dividirlos en tres categorías según los estándares que existen en la actualidad: 24, 27 y 32 pulgadas o más. Con estos tres tipos de monitores según su tamaño, cubriremos prácticamente cualquier tipo de necesidades. Y lo bueno es que siempre podemos combinar dos o más de ellos: un setup con dos o más monitores resulta realmente cómodo, ya sea para jugar, hacer streaming o trabajar.
De la mano del tamaño encontramos la resolución. Las más extendidas, siempre y cuando hablemos del formato más común (16:9) también son tres: Full HD (1.920 x 1.080), Quad HD (2.560 x 1.440) y Ultra HD (3.840 x 2.160).
Y aunque podemos encontrar modelos con cualquiera de estas resoluciones en cualquier tamaño, existe una relación ampliamente recomendada para mantener un mínimo de píxeles por pulgada y que lo veamos todo lo más nítido posible. Aunque esto es algo que varía entre usuarios y según los gustos de cada cual. Pero para que nos hagamos una idea, vendría a ser:
Tecnología del panel y tiempo de respuesta
Otra de las características que debemos tener en cuenta a la hora de enfrentarnos a la compra de un monitor gaming, aunque también es aplicable a cualquier otro uso que se le vaya a dar, es la tecnología del panel. Aquí también hay tres ejemplos claros: TN, VA e IPS.
Básicamente, los paneles TN son más baratos y ofrecen mejores tiempos de respuesta a cambio de peores colores y ángulos de visión. Los IPS, en el lado opuesto, son los más caros además de contar con peores tiempos de respuesta, aunque ofrecen colores más vivos y atractivos. Los VA, por último, estarían a caballo entre uno y otro: resultan bastante equilibrados en todos los sentidos.
Entonces, ¿cual es mejor? Depende, y mucho. Sobre todo del uso que se le vaya a dar al monitor. Así, si lo que necesitamos es editar imágenes o vídeos, lo más recomendable sería decantarnos por uno IPS. Pero si el uso va a ser eminentemente gaming, VA o TN serían buenas opciones. Aunque ojo, esto no quita que con un IPS podamos jugar perfectamente.
Asociado a esto, hemos visto el término "tiempo de respuesta". Y es algo estrechamente relacionado con las tres tecnologías del panel que acabamos de mencionar. Rápidamente, vendría a ser el tiempo que tardan los píxeles en cambiar de color cuando las imágenes se mueven por el monitor. En este sentido tendremos que buscar que sea lo más bajo posible (preferiblemente de 1 milisegundo). Pero los fabricantes lo tienen en cuenta, de modo que prácticamente cualquier monitor gaming contará con 5 ms o menos, e iremos bien.
Frecuencia de actualización y tecnologías AMD FreeSync y NVIDIA G-Sync
Además de lo anterior, uno de los aspectos más importantes de un monitor gaming es su frecuencia de actualización, que medimos en hercios. Este término se refiere al número máximo de fotogramas por segundo que el panel es capaz de representar. Así que cuanto más, mejor. Pero claro, nuestro equipo tiene que ser lo suficientemente potente como para poder ofrecernos esa cantidad de FPS.
Hasta hace no mucho nos conformábamos con tener 60 FPS en los juegos. Pero ahora encontramos frecuencias de actualización mucho mayores en los monitores gaming, tales como: 75 Hz, 144 Hz, 165 Hz, 240 Hz e incluso más.
Para e-sports se recomienda el máximo posible ya que puede suponer la diferencia entre ganar o perder un enfrentamiento. Pero si el uso que vamos a darle es con juegos no competitivos, a partir de 75 Hz (e incluso 60 Hz) y hasta lo máximo que nos permita el presupuesto, tendremos más que de sobra. Y repetimos: el equipo, y sobre todo la tarjeta gráfica, deben estar a la altura.
Junto a esto encontramos las tecnologías FreeSync y G-Sync de AMD y NVIDIA respectivamente. Explicado fácilmente, estos añadidos con que cuentan cada vez más monitores gaming son capaces de sincronizar la frecuencia de actualización de la pantalla con los fotogramas por segundo al que esté llegando cada juego en cada momento. Así se asegura una sincronización perfecta entre ambos valores, arrojando como resultado una imagen más limpia y fluida.
Los monitores con G-Sync suelen ser más caros y los hay en menor número, mientras que los que llevan FreeSync son más baratos y hay muchos más. Como podremos imaginar, son compatibles con sus respectivas marcas de GPUs, pero no son tan "cerrados". Cada vez más, podemos usar monitores FreeSync junto a gráficas NVIDIA, sobre todo en estas últimas generaciones.
Curvatura, conexiones y demás añadidos
Por último, y mucho menos importante que los detalles anteriores, nos encontramos con aspectos tales como la presencia o ausencia de curvatura, de altavoces, de puertos USB, así como de conexiones al PC. Aunque probablemente no serán determinantes, pero no está de más hacer un repaso por estas cuestiones.
Algunos monitores gaming, principalmente los más grandes, suelen presentar variantes curvas. Esto no es más que una cierta curvatura, a veces más acusada y a veces menos, con que cuentan ciertos modelos. Elegir uno u otro es una elección bastante personal, e incluso en pantallas con grandes diagonales se agradece la curva al resultar más inmersivas. Pero, al fin y al cabo, es cuestión de preferencias o necesidades.
Como también lo son las conexiones con que cuenten las pantallas, así como los añadidos extra tipo altavoces, conexiones USB, toma de auriculares, etc. Respecto a las conexiones, no tendremos muchos problemas ya que estos modelos gaming suelen venir surtidos de las típicas salidas que incluyen las tarjetas gráficas.
En la actualidad, y para alcanzar grandes resoluciones y altas tasas de refresco, básicamente hay dos estándares muy extendidos: HDMI y DisplayPort. Así que dependiendo de la toma con que cuente nuestra gráfica, así deberá ser el monitor. Pero lo más común es encontrarse con ambas interfaces tanto en el lado de las gráficas como en el de los monitores.
Por último, y a modo de añadidos extra, muchos monitores incorporan altavoces (aunque suelen ser de una calidad regular), entradas USB, toma de auriculares y cosas por el estilo, que si bien no resultan fundamentales en la experiencia final de usuario (que viene dada por todo lo anterior), siempre son de agradecer y pueden resultar de interés a usuarios con necesidades muy concretas.
Así que, sin más, vamos a repasar algunos de los mejores monitores gaming que podemos encontrar en el mercado en pleno 2021. Los organizaremos por tamaño en las tres categorías mencionadas anteriormente: en torno a las 24 y 27 y de 32 pulgadas o más. Y dentro de cada una de ellas encontraremos modelos con diferentes tecnologías de panel, tiempos de respuesta, tasa de refresco... Y, por supuesto, diferentes precios. Veamos.
Monitores en torno a las 24"
Ideales para e-sports porque con un simple giro de ojos podemos abarcar toda la superficie, de modo que vemos antes a los enemigos que si tuviéramos que girar la cabeza. Aunque también valen para cualquier otro tipo de juegos, claro está.
Samsung C24RG52FQR
El más barato de todos es este monitor curvo de Samsung, que por poco más de 150 euros nos ofrece una resolución Full HD, 4 ms, 144 Hz y AMD FreeSync. Como decimos, es curvo, por lo que habrá a quien resultará interesante, y a quien no. Usa la tecnología de panel VA e incluye entradas HDMI y DisplayPort, así como salida de auriculares.
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AOC C24G1
Desconocida en otros ámbitos, AOC es una excelente marca de monitores gaming. Entre su catálogo cuenta con modelos para todo tipo de usos, pero este de 24" es uno de los más comprados. También es curvo, Full HD, con 1 ms de tiempo de respuesta y 144 Hz. Incluye FreeSync, entradas DisplayPort y HDMI y su pantalla es VA.
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MSI Optix G24C6
Casi llega a las 24" con sus 23,6 pulgadas (un tamaño más extendido de lo que creemos). Presenta un panel curvo Full HD a 144 Hz, VA y entre sus bondades están: 1 ms de tiempo de respuesta y FreeSync. Además, soporta HDR y tiene entrada HDMI y DisplayPort y salida de auriculares.
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BenQ Zowie XL2411K
El más caro de los monitores de 24 pulgadas que reseñamos es este superventas de BenQ. Concretamente, el Zowie XL2411K. En esta ocasión estamos ante una pantalla plana, también Full HD, con 1 ms y 144 Hz. Pero la tecnología elegida para esta ocasión es la TN, por lo que es ideal para e-sports. Incluye tomas HDMI y DisplayPort y conector para auriculares.
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Monitores en torno a las 27"
Damos el salto a las 27" con varios monitores que varían entre las resoluciones Full HD y Quad HD. Aquí encontramos una gran variedad, para todos los gustos.
AOC C27G1
Bastante similar al anterior AOC, aunque con una diagonal de pantalla unas tres pulgadas mayor. Es Full HD, curvo, de 144 Hz y cuenta con 1 ms de tiempo de respuesta. Sus marcos son realmente reducidos, lo que unido a la curvatura otorga una gran inmersión. Además, también incluye FreeSync. Sin duda, teniendo en cuenta su precio, es de los monitores más recomendados.
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Asus TUF Gaming VG27WQ1B
Tras esta nomenclatura extraña se esconde un gran monitor. Y es que cuenta con nada menos que 165 Hz, 1 ms de tiempo de respuesta, HDR 10, FreeSync y, ojo al dato, una resolución de 2.560 x 1.440. Y como no podía ser de otra manera, también puede conectarse a la tarjeta gráfica mediante HDMI y DisplayPort.
Precio: puedes comprarlo por 329,98 euros en Amazon.
MSI Optix MAG272CQR
Bastante similar al anterior, este de MSI es una de las opciones de compra preferidas por parte de los compradores según Amazon. Es de 165 Hz, curvo e incluye un panel VA de 2.560 x 1.440 píxeles. Tiene 1 ms de tiempo de respuesta e incorpora tomas para HDMI, DisplayPort y salida de auriculares.
Precio: puedes comprarlo por 399,99 euros en Amazon.
Asus TUF Gaming VG27A
Por un poco más encontramos este otro TUF. Iguala ciertos aspectos al anterior (165 Hz, resolución Quad HD, 1 ms y conexiones HDMI y DisplayPort). Pero su panel es IPS y, ojo, incluye NVIDIA G-Sync, por lo que es plenamente compatible con estas tarjetas gráficas.
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Monitores en torno a las 32"
Finalmente, vamos con algunos monitores que rondan las 32 pulgadas, tanto por debajo como por encima. No tan recomendados para los e-sports, estos modelos son ideales para juegos de un jugador; esos triple A con campañas visualmente atractivas donde no competimos contra otros jugadores.
LG 29UM69G-B
Este monitor no llega a las 32", sino que se queda en las 29. Además, es de los llamados ultrapanorámicos (con una relación de aspecto mucho más alargada), de modo que resulta una genial opción para títulos no competitivos debido a su gran inmersión. Presenta una resolución particular (2.560 x 1.080), tiene 5 ms de tiempo de respuesta, 75 Hz y un panel IPS. Ideal para juegos de conducción o campañas para un jugador en títulos tipo Death Stranding o Red Dead Redemption 2.
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Samsung LC32G53TQWUXEN
Por casi 100 euros más tenemos este Odyssey G5 de Samsung. Es de 32 pulgadas con resolución Quad HD, curvo y de 144 Hz. Tiene 1 ms y FreeSync. Sin duda, es una de las mejores opciones para quienes buscan grandes pantallas con buena resolución y alta tasa de refresco.
Precio: puedes comprarlo por 329 euros en Amazon.
AOC C32G2ZE
Otro monitor del fabricante AOC, y uno de los más top de todos los que estamos viendo. Es de 32 pulgadas, pero además es capaz de llegar a 240 Hz con 1 ms. Su panel es VA, incluye FreeSync y curvatura. Por contra, su resolución se queda en los 1.920 x 1.080, aunque se suple sobradamente por una tasa de refresco tan elevada.
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MSI Optix MAG321CURV
Finalizamos con un nuevo monitor de MSI que alcanza los 3.840 x 2.160 píxeles. O, lo que es lo mismo, es Ultra HD. Es curvo, con panel VA y tiene 4 ms. Pero los hercios en este caso se quedan en los 60. En cualquier caso, no resulta un gran inconveniente: pocas tarjetas gráficas son capaces de superar holgadamente esa cifra en esta resolución, por lo que resulta más que suficiente para la mayoría de usuarios.
Precio: puedes comprarlo por 399 euros en Amazon.
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