De niño y preadolescente no tenía el dinero para comprar todos los videojuegos que quería, por lo que lo suplía con revistas sobre videojuegos; normalmente la Hobby Consolas y la Nintendo Acción. En un momento en el que Internet casi ni existía, y que en absoluto lo hacía en mi casa, estas revistas eran mi conexión con el mundo de los videojuegos más allá de algún amigo concreto con una consola o juegos distintos a los míos.
Puede que algunos no recordéis cómo eran los análisis en esos tiempos. Habían unos cuantos apartados concretos como gráficos, jugabilidad, duración, pero uno era el más llamativo para servidor y que se articulaba con una fórmula como "diversión-enganche". Se trata de una categoría que, a medida que el videojuego ha ido evolucionando y mejorando a nivel técnico, ha sido desplazada del debate por otras como "narrativa", "diseño de niveles" o incluso "actuación de los personajes".
Aunque la parte "vídeo" de videojuegos es tremendamente relevante y los diferencia de los juegos de mesa o los tradicionales, la parte "juego" ha ido perdiendo fuerza en el debate general. Por eso resulta tan refrescante para la conversación sobre el medio la salida de Leyendas Pokémon: Arceus, un título que es más que mejorable en el apartado "vídeo", pero que sobresale en su parte de "juego".
Leyendas Pokémon: Arceus, presentado hace casi un año, fue el Craig particular de GameFreak. Como pasara con aquel funesto Brute que desencadenase una oleada de odio contra 343 Industries y el posterior retraso en Halo Infinite, Arceus se convirtió en el paradigma de la desidia de GameFreak con respecto a Pokémon. El ejemplo de Zelda: Breath of the Wild, e incluso Xenoblade Chronicles 2, hacían mucho daño en la comparación con esta nueva aproximación al mundo de los monstruos de bolsillo.
Había tiempo para solventar problemas como el ratio de imágenes por segundo, pero apenas para repensar el juego a nivel técnico. Sin tener el juego en nuestras manos y comprobar las nuevas mecánicas, y sólo con una brizna gráfica de un juego cuyo punto fuerte no podía ser ese ni por asomo, tuvimos que juzgar al título durante muchos meses.
Para muchos, era razonable pensar que si el apartado técnico era ese en la propiedad intelectual que más genera del planeta, el juego probablemente hubiera caído presa de la desidia también en el resto de sus apartados. El prejuicio fue lo único que teníamos hasta que hace unas semanas empezamos a ver vídeos fruto de la campaña de marketing... Y lo cierto es que la jugabilidad parecía profunda y divertida.
La polémica se evapora
Ha sido divertido ver cómo las críticas al videojuego en general, enmascaradas detrás de las justificadísimas al apartado técnico, se han ido diluyendo con el tiempo... Justo a medida de que más personas jugaban al título. Porque Leyendas Pokémon: Arceus, a pesar de haber podido tener un mejor tutorial o cierto grado de interacción adicional de nuestros monstruos con el entorno, es uno de los juegos más divertidos que veremos en este 2022.
Leyendas Pokémon: Arceus es, por encima de todo, la piedra fundacional de un cambio más que necesario en la franquicia. Lo que evidenciaron los remakes Pokémon Diamante Brillante y Perla Reluciente es que la fórmula de siempre seguía funcionando en ventas, pero que se esforzaba en desaprovechar el mundo Pokémon. Son juegos competentes, pero sin ambición de cambiar el paradigma actual del videojuego, como sí hacían las primeras entregas.
Arceus está más próximo a Snap, un juego que nos permite sumergirnos en el mundo de la franquicia y ver cómo se comportan humanos y Pokémon. A través de una historia ambientada en lo que en el mundo real sería sobre siglo XIX, encarnamos a uno de los entrenadores que más hizo avanzar la relación entre estos dos seres que habitan el planeta.
El lugar que merece la Pokédex
Pero lo más importante de esto es que seremos quien complete la primera Pokédex, esa enciclopedia que en los juegos actuales no deja de ser un divertimento y modo de vida para jóvenes, pero que en Leyendas Pokémon: Arceus es un hilo conductor de todas las mecánicas. Porque en la saga original, completar este documento no es más que un añadido tras vencer a entrenadores y alto mando, como demuestra que más allá de unas pocas Poke Ball nuevas en cada generación, se siga capturando debilitando y aplicando estados alterados a los Pokémon, para después lanzar estas herramientas.
Aquí, la Pokédex va más allá de capturar a los Pokémon, que también. Tendrás que completar tareas sobre su comportamiento tales como debilitarle en combate con cierto tipo de ataques, darles de comer, completar misiones secundarias sobre ellos, evolucionarlos o incluso atrapar todas sus variantes. Tras conseguir varias de estas tareas, las que nosotros elijamos, el Pokémon estará completamente identificado en la Pokédex.
Esto posibilita dos cosas importantes: una jugabilidad variada, y una constante progresión realmente gustosa. A esto hay que sumarle asuntos como el sistema de crafteo, que nos hará conseguir recursos y explorar con aún más ganas, o que consigamos dinero con nuestras capturas y no con los combates. De hecho, a pesar de tener novedades como los ataques fuertes y rápidos, los combates son una parte mínima del título frente a la exploración, la captura y la realización de tareas de la Pokédex.
Y aunque esto sea la parte fuerte del juego, muchos sistemas y asuntos a su alrededor podrían haber sido más ambiciosos. Aunque es bonito ver crecer Villa Jubileo gracias a nuestros avances, esto apenas ofrece nuevas mecánicas, mientras la máxima movilidad de los NPCs es la señora que barre sin descanso. Todos se quedarán esperando interaccionar con nosotros al puro estilo El Show de Truman; están ahí para nosotros, pero no parecen conformar un mundo creíble.
En este sentido, también hay que tirar de las orejas a los creadores de las misiones secundarias. Aunque son interesantes al ayudar a la sensación de progresión constante, en las 94 que tiene el juego hay bastantes de relleno, como las que te piden completar la Pokédex de cierto Pokémon. No pedimos decisiones a lo The Witcher 3, pero quizás sí podrían ser una oportunidad para contar algo más de su mundo.
¿Necesitaba unos meses más?
Por supuesto, el tema gráfico es un melón que hay que abrir. Más allá del estilo artístico, que personalmente no me parece tan dramático, o de cuestiones de potencia gráfica pura, hay momentos realmente embarazosos en Leyendas Pokémon: Arceus. El juego no necesitaba ser una maravilla técnica para ser un juego notable, de hecho a mi no me ha hecho falta para obsesionarme con el título, pero sí que hay algunas cosas de juzgado de guardia.
Las cuevas en el juego es todo un drama. Como podéis ver en la imagen superior, nuestro personaje empieza a desarrollar un montón de puntos blancos en su silueta, casi como si hubiera sido recortado con el Paint. Tampoco están muy logradas ciertas superposiciones concretas, como la nuestra en la hierba alta. Quizás no había tiempo ni con unos meses más para alargar la distancia de dibujado, pero un pequeño retraso no le habría ido mal al título para pulir estas cosas.
Leyendas Pokémon: Arceus acaba de ser anunciado como el segundo juego más vendido de la historia de Switch en su primera semana en Japón, sólo por detrás el fenómeno Animal Crossing: New Horizons. Esta es una noticia enorme, porque es la mayor revolución mecánica y filosófica de la saga después de productos de nicho como Snap, Ranger o Mundo Misterioso. Y los números darán munición a este discurso.
Si GameFreak y The Pokémon Company sólo reaccionan a los datos de ventas, quizás sea el momento de optar por darles un refuerzo positivo cuando intentan cosas nuevas, en vez del fútil esfuerzo del boicot a las nuevas entregas por parte de una ruidosa minoría, uno de los mayores fracasos anuales que presenciamos en los videojuegos.
Ficha técnica
- Título: Leyendas Pokémon: Arceus
- Desarrolla: GameFreak
- Distribuye: Nintendo
- Idioma: Textos en español
- Fecha de lanzamiento: 28 de enero de 2022
- Plataformas: Nintendo Switch
- Precio: 59,99 euros