Los desarrolladores de League of Legends pueden cometer errores equilibrando a los campeones o con un nuevo lanzamiento que no cumple las expectativas. Siempre hay motivos para que la comunidad critique a Riot Games, porque el objetivo de unos y de otros es que el videojuego alcance su máximo potencial. Sin embargo, que las quejas cambien constantemente es una buena señal que indica cómo la compañía va solucionando problemas. Son las reclamaciones que se mantienen en el tiempo las más preocupantes y, desafortunadamente, hay una que lleva demasiados años repitiéndose. Hablamos, por supuesto, de los problemas de comportamiento.
El streamer que burló todos los castigos de Riot Games
El último capítulo polémico que demostró los grandes problemas de Riot Games a la hora de controlar el comportamiento de los jugadores lo protagonizó un creador de contenido asociado a la desarrolladora. El streamer Vapora Dark, que forma parte del programa oficial de colaboraciones entre compañía y creadores de contenido, habría incumplido de forma flagrante las normas de League of Legends. El hecho ha sido descubierto tras encontrar que, antes de comenzar un desafío relacionado con las partidas clasificatorias, la cuenta que utiliza perdió más de 20 partidas consecutivas en rangos ridículamente bajos para un jugador de élite.
El streamer se sirvió bots capaces de entrar en partidas clasificatorias para perder a propósito y bajar al peor rango del juego. De este modo, su futuro desafío partiría desde la zona más humilde de la escalera clasificatoria. El problema es que solo hay dos formas de conseguir esto y ninguna cumple con el Código de Invocador. Él mismo instaló los bots para que disputasen las partidas de League of Legends burlando los castigos automatizados o compró una cuenta de otro jugador. En ambos casos, la respuesta atendiendo a las normas de Riot Games es el baneo inminente.
Lo particularmente doloroso de este caso es que ha sido la comunidad quien ha tenido que destaparlo, dejando en evidencia los sistemas de castigo automático de Riot Games. Es impensable que la desarrolladora no tenga un sistema que detecte a jugadores que pierden decenas de partidas y se saltan la lógica estadística de League of Legends. Claro que hay jugadores muy malos que tienen todo el derecho del mundo a disfrutar del videojuego incluso si pierden cientos de veces seguidas, pero las diferencias entre un humano y las poco desarrolladas –en este aspecto– inteligencias artificiales son evidentes.
El futuro del streamer involucrado en esta situación no es claro. Lo más probable es que su cuenta sea baneada en cuanto la situación llegue a oídos de los trabajadores de Riot Games y quizá pierda su condición de miembro del programa de socios de League of Legends. Un castigo que probablemente sea justo, pero que no deja de evidenciar lo absurda que ha resultado su práctica. Con suerte, tendrá una segunda oportunidad y estará a la altura de las circunstancias, aunque difícilmente la compañía dejará pasar la situación. De hecho, suelen ser particularmente duros con los creadores de contenido a los que ofrecen beneficios al ser sus grandes representantes en la comunidad.