Os voy a ser sincero: siempre he sido reticente a los grandes avances en periféricos y hardware. Soy ese tipo de persona que se pasa el día trabajando en el PC, pero que más allá de eso y jugar de vez en cuando, no es un gran “techie”. Miro desde la barrera cosas como el 8K, los monitores curvos o incluso piezas de ordenador. Cuando necesito algo, suelo optar por cosas de buen rendimiento para la exigencia que busco, pero tampoco busco ser un early adopter con más que con las consolas.
Por eso, creo que este viaje a Gamescom ha servido para abrirme los ojos. Tonto de mí, siempre pensaba que las grandes ferias de hardware, televisiones y móviles eran un poco como esas pasarelas de moda: llamativos productos, pero con escaso alcance para el público medio; no tanto por precio, como ofrecer cosas con escaso alcance práctico. Además de probar algún que otro videojuego, así como poder hablar con desarrolladores de títulos esperados, también asistí a la presentación de Samsung en la feria de Colonia.
Esa visita me abrió los ojos. Lo digo porque varios de los productos estrella, además de las nuevas memorias SSD 990 Pro, eran los nuevos monitores Odyssey Neo. A nivel de capacidades técnicas, sé lo suficiente como para entender que eran grandes productos, y así me lo confirmaron algunos compañeros procedentes de la prensa tecnológica. Pero ha sido aquí cuando me quedó claro que esto también va de hacer las cosas más fáciles, y dar soluciones a problemas del día a día.
ARK, inmersión y gimmick bien
La estrella del show a nivel pantallas fue el Ark. Este monitor curvo, además de ser enorme (no sé cuántas pulgadas), cuenta también con un gimmick (bien entendido, como el de Rollerdrome). La pantalla puede ser elevada y girada para una posición vertical. De esta forma podemos pasar de una experiencia inmersiva en un videojuego de carreras, a una disposición que facilita el trabajo, streaming o demás situaciones.
El segundo punto interesante de este monitor es que hace uso de un mando adicional, el Ark Dial, que es el que controla las entradas usadas. Esto tiene mucho interés, porque el monitor pertenece a la familia smart, aunando lo mejor de los monitores tradicionales de PC, con las capacidades de los televisores inteligentes. Dicho mando, que a mi me recuerda con el que se controla los espectros de RMN (cosas de mis estudios en química), es tremendamente intuitivo y permite cambiar la disposición para que cada entrada tenga un espacio en pantalla.
Es posible tener el PC en grande, mientras en “pequeño” tienes una serie de Netflix y quizás en otra una App deportiva para seguir los resultados del fin de semana. O forzar la situación para jugar a pantalla partida haciendo uso de PC y una consola, como en los viejos tiempos. O puedes ponerte 4 ventanas distintas dentro de una señal como es la de PC, y poder realizar todo tipo de trabajos exigentes como edición de vídeo, o búsqueda de fuentes para crear un artículo.
Topes de gama para problemas de diario
Es cierto que yo no me veo sacándole toda la punta a esto, pero hay que entender que sí que hay algunos productos como este ARK, que apuntan a un público muy exclusivo. Quizás por eso, práctico de mí, yo me quedaría con el monitor de 21:9 presentado en la serie Odyssey: el Odyssey Neo G9. Y la razón es aritmética: prefiero tener una pantalla que dos.
Hace muchos años que no sé trabajar con menos de dos pantallas. Es algo que me aumenta la velocidad de trabajo de forma inusitada, y que me da mucha comodidad. Pero hay precios a pagar: varios cables más, si no son iguales no tienes la misma calidad a los dos lados, y un calvario personal de adaptadores, VGAs, HDMIs y demás.
Este monitor acaba de un plumazo con esto gracias a su tamaño y resolución. Además, como guinda del pastel, la curvatura del mismo, que hasta ahora era una característica que nunca me había llamado la atención, tiene todo el sentido. No en vano, yo mismo dispongo mis dos monitores con una cierta curvatura artificial. Me haría la vida más fácil, y en un mundo tecnológico en el que las prestaciones alcanzan ya unos estándares básicos casi más altos que mis exigencias, este tipo de detalles físico-prácticos sí que decidirían mi compra.