La comunidad de League of Legends ha mostrado su disgusto con una de las últimas situaciones que ha tenido lugar en Riot Games. Esta vez no se trata de nada relacionado con el videojuego o sus campeones. Hablamos del desagradable conflicto en el que se ha visto involucrada una empleada de la compañía, que sufrió una queja formal de sus compañeros por haber subido a sus redes sociales una fotografía en bañador. Tan surrealista como suena, desde el departamento de recursos humanos decidieron que había motivos para obligarla a borrar la publicación.
Una polémica que revivió el pasado de League of Legends
El sentido común nos dice que hay pocos motivos para enfadarnos si alguien decide compartir este tipo de fotografías en sus redes sociales. Sin embargo, Riot Games ha introducido esta política recientemente. “Si eres una mujer, trabajas en Riot y publicas una foto en bañador puedes meterte en un problema con recursos humanos y que te obliguen a borrarla. Sin embargo, los chicos en la oficina pueden usar una camiseta estampada con una modelo en bikini y existe una política específica que te impide quejarte de esto”, explicaba la trabajadora en sus redes sociales.
El relato ha sido compartido miles de veces en redes sociales, haciendo que muchos aficionados a League of Legends o el resto de los juegos de la compañía recuerden los abusos que Riot Games sí cometió en el pasado. Afortunadamente, en este caso parece que la compañía reculará. Apenas unas horas después del tuit original, otra compañera de recursos humanos contactó con la trabajadora para asegurarle que está de su lado y hará todo lo que pueda para ayudarla en esta extravagante situación que ha sido motivada por una nueva y extraña normativa de la compañía.
La norma más absurda para los trabajadores de Riot Games
Aunque esto tampoco dice nada bueno de cómo están funcionando los estudios centrales de Riot Games, la norma que ha sido utilizada en contra de la trabajadora no sería discriminatoria por naturaleza. Tal y como revela otra empleada, se trata de una “actualización del código de conducta” que incluye interpretaciones muy flexibles de lo que se considera “obsceno e inapropiado” y que podría afectar también a los hombres. El problema evidente es que no se trata solo de castigar actitudes en el ambiente de trabajo, si no de limitar de forma efectiva la libertad de las personas.
Vistas las consecuencias no sorprendería que desde las oficinas centrales de Riot Games decidiesen moderar su actuación. Por supuesto que necesitamos leyes y normas en el trabajo que protejan a los empleados de cualquier tipo de discriminación sexual o racial, pero establecer este tipo de límites va mucho más allá de lo que todos querríamos permitir a nuestros empleadores. Una cosa es que no manchemos la imagen de la empresa en nuestro tiempo libre y otra muy diferente que no podamos ni siquiera compartir nuestras fotos por miedo a si algún compañero las considera demasiado sugerentes.