La nostalgia invade de vez en cuando a la comunidad de League of Legends. Muchos jugadores sueñan con el regreso de las viejas temporadas dando por hecho que cualquier tiempo pasado fue mejor y aspiran a que Riot lance algún día la esperada versión "Classic". Sin embargo, esto no deja de ser una trampa tendida por nuestro cerebro, que acostumbra a recordar el pasado de una forma muy optimista. Lejos de que el juego esté en su peor momento, algunos de los peores "crímenes" de la desarrolladora tuvieron lugar durante las primeras temporadas.
El eslogan de Nike en League of Legends
Uno de los elementos que no querríamos volver a ver ni en pintura son las viejas runas. Repartidas en cuatro espacios, con ellas podíamos aumentar las estadísticas base de nuestro personaje. Marcas, Sellos, Glifos y Quintaesencias que no podíamos configurar antes de cada partida y nos obligaba a jugar en muchas ocasiones con configuraciones nada óptimas. Era una antigualla que los jugadores ya criticaban en los primeros años de juego y que incluía lo que hoy en día aún consideramos una aberración: una pequeña runa que otorgaba un 0,9% de posibilidad de asestar un golpe crítico.
Al principio los jugadores no prestaban demasiado atención a esta runa al considerar que el porcentaje obtenido era prácticamente inútil. La probabilidad de crítico era demasiado reducida y sería muy difícil hacerla relevante en cada partida. Sin embargo, a partir de la tercera temporada comenzó a hacerse muy popular gracias a los streamers y jugadores profesionales. Ellos mostraron una lógica diferente: a cambio de perder el punto de daño que aportaban las marcas de AD y que casi siempre sería irrelevante, utilizarían esta runa que una vez cada seis o siete partidas podía significar ganar la línea y llevar a cabo un efecto bola de nieve devastador.
Con el tiempo, el uso de esta runa se extendió a toda la comunidad, generando importantes críticas a Riot Games. Si hoy en día la mecánica de golpes críticos sigue siendo una de las más polémicas debido a las interacciones de unos cuantos campeones, por ese entonces estaba todavía peor considerada. En aquella época los críticos hacían el doble de daño que los ataques corrientes. Además, los desarrolladores no eliminaron esta runa de League of Legends hasta que en 2018 introdujeron el nuevo sistema. De este modo, durante casi cinco años algunas partidas se decidían, como en el anuncio de Nike, por un 1% de posibilidades (y 99% de fe).
Aunque League of Legends todavía tiene problemas de equilibrio y algunas mecánicas de lo más frustrantes, lo cierto es que el juego ha ido mejorando en cuestiones de diseño. Riot Games ha sido especialmente cauta con los elementos azarosos, reduciendo la importancia del crítico en la mayoría de los campeones y creando mecánicas como la del Filo Infinito que los hagan depender menos de la suerte. Es cierto que todavía hay algunos personajes como Gangplank o Aphelios que dependen demasiado de esta estadística, pero parece cuestión de tiempo que la desarrolladora reduzca su relevancia.
A todos nos gustaría jugar a la versión clásica de League of Legends. Sería una experiencia única capaz de remontarnos a una época en la que disfrutábamos del juego de una forma diferente. Sin embargo, no cabe duda de que muchos jugadores se llevarían una gran decepción al darse cuenta de que algunas de las peores mecánicas vienen, precisamente, de esa época. A fin de cuentas, hablamos de una etapa en la que Riot creaba campeones en tres días y los detalles no estaban ni mucho menos tan cuidados como ahora.