Elden Ring es, además de uno de los juegos de este año 2022, uno de los títulos con un diseño más pensado de todos los tiempos. A pesar de los cinco años de desarrollo, la enorme cantidad de contenido dentro de las Tierras Intermedias nos deja clara una cosa: From Software ha planificado mucho este videojuego.
Es evidente que se aprovechan muchos sistemas como el combate, las armas o la subida de nivel de otros títulos anteriores del estudio, así como aspectos técnicos como las cajas de impacto o el uso del motor gráfico. Pero un único detalle novedoso en Elden Ring sobresale por encima del resto: la Lágrima Mimética.
La polémica de las invocaciones
Cuando se supo que el equipo de Miyazaki había predispuesto un sistema de invocaciones de apoyo para Elden Ring, la polémica levantó el vuelo. Los fans del reto y la dificultad en los soulsborne pensaban que esta era una concesión que haría el juego demasiado fácil, algo que creían que podría dinamitar su experiencia y todo lo que buscan en From Software.
Pero una vez que hemos podido echarle el guante al juego, quedó claro tanto que hay bosses y retos a la altura de lo esperado, como que el sistema de cenizas de invocación es una forma de nivelar la dificultad y hacer el juego más accesible, añadiendo también una mecánica adicional de mejoras que hace atractiva la recolección de Convalarias y dota de razón de ser a ciertas mazmorras secundarias del mapeado abierto de las Tierras Intermedias.
Gracias a estas invocaciones, las cuales tienen un comportamiento completamente distinto entre sí, es posible añadir más variedad al juego. Aunque los lobos y la medusa Aurelia te echan un cable durante los primeros momentos de la aventura, poco a poco aparecen las invocaciones legendarias.
Entre Kojima y Metroid Prime
Rollo, las distintas marionetas o incluso Lhutel y su manía de desaparecer son realmente útiles. Pero nada se compara con la invocación más especial de todas las que hay en Elden Ring. Estamos hablando de la que está en la Ciudad Eterna de Nokron, ya la que además te enfrentarás en dicha zonas: la Lágrima Mimética.
La pelea contra este boss ya es una novedad mecánica importante en la saga. Por primera vez, te enfrentarás a ti mismo en un combate que une al histórico Psicomantis de Metal Gear Solid con Metroid Prime y la copia de Samus Aran. La segunda parte es obvia, pero la primera se explica con la mímesis de tu equipo usado en ese momento y la posibilidad de entrar sin armas y de equiparlas una vez dentro; un movimiento similar a lo de desconectar el mando de la PSX en el juego de Kojima.
Pero lo verdaderamente interesante es lo que sucede tras conseguir sus cenizas de invocación tras una puerta neblinosa de Llaves Espada Pétrea poco después. A partir de entonces Elden Ring evoluciona y gana una nueva dimensión en las peleas contra jefes nunca antes vista en los juegos de From Software.
La enésima vuelta de tuerca de Elden Ring
La Lágrima Mimética hace justo lo que todos creemos: copiar a nuestro personaje y sus recursos. Lo que invocamos no deja de ser una versión con más vida y controlada por la máquina de nuestro equipamiento. Ya no son monstruos o caballeros con un arma y unos 3 movimientos; ahora se trata de un personaje equivalente a ti, pero que compensa la falta de inteligencia humana por más puntos de vida.
Más allá de que su comportamiento es muy distinto al resto de invocaciones, y que puede hacer cosas exclusivas como rodar, curarse al beber de un vial o hacer uso de nuestra armadura y las distintas armas equipadas.
Y además de esto, introduce una mecánica nueva ya desde el momento de la invocación. La Lágrima Mimética no consume PC o puntos de magia para ser convocada, sino que requiere un total de 660 puntos de vida de nuestro personaje. Esto es relevante, porque podemos sobrevivir en una pelea con un jefe sin barra de maná, pero no con apenas un puñado de puntos de vida. Te obliga a curarte nada más ser usada.
El poder darle ciertas armas, armaduras y hechizos a la Lágrima Mimética hace que se abra una ventana enorme desde el punto de vista jugable. Si se le otorgan armas con veneno o sangrado, podremos acumular estos estados alterados más rápido; si optamos por builds más tanques o con armas que castigan la postura del rival, será más fácil encontrar un golpe crítico.
Esto hace que configuraciones más ofensivas como las katanas duales estén brillando en Elden Ring, pero también se pueden crear estrategias alternativas. Si invocas una Lágrima Mimética con varios hechizos de curación o de apoyo, esta copia de nuestro personaje podrá mejorarnos o sanarnos. a esto sumémosle otro sistema de personalización como son las Cenizas de Guerra y llegamos a un punto de customización nunca antes visto en la saga; una decisión de diseño que multiplica las opciones y que da pie a situaciones nuevas en un juego que ya de por sí es gigantesco.
Foto de portada de @ThaCrazyBuffalo en Twitter.