Clash Royale está en auge y vuelve a colarse en las apps más utilizadas de nuestros teléfonos. Hay que decir que el juego de Supercell sigue beneficiándose de un diseño móvil que roza la perfección, y para todos los públicos, con un formato corto de 2/3 minutos, sobrecogedor y entretenido. Han pasado los años pero CR sigue siendo un prodigio de inventiva y una máquina de generar diversión y dinero.
Incluso nos preguntamos si esta segunda juventud inculcado por los principales streamers europeos podría revivir los esports de Clash Royale en nuestras regiones. Porque sí, hubo un tiempo en el que el circuito competitivo de Clash Royale era un éxito, y su ecosistema no tenía mucho que envidiar al de LoL o CS:GO (considerando todo, claro).Se necesita un pequeño flashback para darse cuenta de lo difícil que era la escena de los deportes electrónicos de Clash Royale por aquella época.
El pionero de los esports móviles en Europa
En 2017, cuando Clash Royale estaba en su apogeo, los deportes electrónicos son un fenómeno que hace vibrar a las multitudes. League of Legends ya llena estadios, al igual que Counter Strike o Fortnite. En cuanto a los dispositivos móviles, los editores estuvieron intentado todo lo posible para introducir un aspecto de deportes electrónicos en sus títulos alrededor de Europa, pero solo uno logró esta hazaña: Clash Royale.
Supercell apostó fuertemente por el desarrollo de la escena competitiva, con competiciones globales a partir de 2017, luego al año siguiente un circuito regionalizado muy estructurado: El Clash Royale League (CRL), cuyas temporadas terminaban con los CRL World Finals, que tomaban la apariencia de un mundial, con público, medio millón de dólares en premios en metálico y una producción que se ha refinado edición tras edición.
En Europa, es más precisamente España la que se convierte en la cuna del esport Clash Royale. El juego de Supercell goza allí de una gran consideración, ya que la LVP tiene formada una liga de Clash Royale desde 2017 con encuentros semanales, de la misma forma que las ERL de hoy en día en League of Legends. Otros muchos países como Francia es mucho más cautelosa, hasta el punto de que muchos de los mejores jugadores franceses de Clash Royale migran para jugar en la Superliga en España.
Más hábil de lo que parece
Si Clash Royale ha atraído a una gran audiencia de aficionados a la competición no es casualidad. Debajo de su exterior infantil, el juego es increíblemente técnico. Además del conocimiento del metajuego, el posicionamiento de las unidades o incluso la composición, el juego sobre todo requiere una gran capacidad para anticipar las jugadas contrarias.
Los profesionales se distinguen por su propensión a contrarrestar las ofensivas con hechizos sincronizados con precisión, y cada décima de segundo cuenta. Y es que no estamos hablando de gestión del espacio: Las arenas CR no son tableros de ajedrez por casualidad.
A estos vastos parámetros estratégicos se superpone un formato emocionante para ver que, a medida que el ritmo de las partidas se aceleran naturalmente con el aumento en la generación del elixir, las torres se derriten gradualmente y en el último minuto, cada punto de vida raspado en un edificio tiene su importancia. Las partidas son impresionantes tanto para los jugadores como para los espectadores.