Tras el remake de Demon's Souls para PlayStation 5, se terminó el debate de cuñados en el que el más "enterao" comentaba que Dark Souls tenía una precuela en PS3, pero que no era tan conocida. El juego ya era conocido por el éxito de From Software, pero tras esa puesta a punto en la nueva generación, se puso en la palestra y hasta el jugador más casual lo conoció.
Sin embargo, ese Demon's Souls no fue el germen de todo lo que hoy conocemos somo Soulsborne, y que engloba a Demon's, los Dark Souls, Bloodborne, Sekiro, y próximamente Elden Ring. Hay una saga de un total de cuatro entregas, diseminadas entre PSX y PS2, que fue la verdadera semilla de los populares RPGs del estudio japonés: King's Field.
Un dungeon crawler en primera persona
El primer King's Field, que no llegó de forma oficial a occidente, fue lanzado en los albores de PSX. En ese momento el juego en PC y el juego en consolas tenía bastantes diferencias, con algunos géneros siendo posibles únicamente en los ordenadores personales. King's Field fue lanzado el 16 de diciembre de 1994 en Japón, sólo un año y medio después de Doom y meses después de The Elder Scrolls: Arena. Pudiendo ser relacionado con ambos a simple vista.
La saga consta de un total de tres entregas en PSX y una adicional en PS2, al menos en Japón. El primer juego fue saltado en occidente, donde sí recibimos todos los títulos a partir del segundo. Un caos de ediciones al que ya no estamos tan acostumbrados en la era de lo digital y los lanzamientos mundiales simultáneos, pero que era algo natural en el mundo de los videojuegos de los noventa.
Podemos decir sin miedo a equivocarnos que fueron juegos de culto, ya que la inusitada dificultad, su ambientación siniestra y lo opaco de su jugabilidad, no eran plato de buen gusto para todo el mundo. Por explicar un poco más esto, se trataba de un juego con un control tanque en primera persona, y en el que el combate era principal a pesar de lo lento y tosco del mismo. Pero también era extremadamente gratificante en su progresión, y en la forma en la que se va abriendo su exploración... ¿Os va sonando?
Dark Souls ya estaba dentro de él
Aunque la vista en primera persona pueda despistar, lo cierto es que había mucho de Dark Souls en el código de estos juegos... Incluso de su filosofía. En King's Field (King's Field 2 en Japón), arrancamos la partida en una barca y ya tenemos varios peligros mortales: podemos caer al fondo del mar si no miramos donde pisamos, o caer derrotados por un único golpe de un enorme Kraken que guarda un objeto. En King's Field 3 (4 en Japón), vemos una hierva a escasos metros y si nos acercamos, el suelo se abre y caemos en una trampa mortal. Al igual que Bloodborne, Demon's Souls o Dark Souls, este juego tiene una primera lección que darte: la muerte es parte del proceso.
Pero también está la ambientación de los juegos. Kings Field 2 (3 en Japón) arranca con la historia de un reino aislado llamado Verdite, que ha visto caer en desgracia a su Rey y volver de los muertos portando una espada. King's Field 3, por su parte, nos habla en su cinemática inicial de un ídolo maldito que corrompe todo a su alrededor, y de la búsqueda de un héroe que les salve de esa decadencia. ¿También os suena?
A nivel jugable, King's Field opta por poner el acento en el combate, sí, pero también es un juego de exploración. Los distintos objetos clave te permitirán ir abriendo caminos y atajos, tal y como sucede en Dark Souls con su arquitectura de mundo tan enrevesada, y a la vez, satisfactoria. ¿Y los NPCs? Pues tienen el mismo tono enigmático en sus conversaciones con el jugador.
Y también sus pequeños detalles
Los juegos de From Software son unos de los más autorreferenciales de la historia. Muchos objetos, NPCs y lugares son comunes a todos los títulos. Pero esto es aún más llamativo con King's Field. Basta con echar un vistazo a la cantidad de contenido, personajes y guiños propios de la saga que ya estaban en el juego.
Dos de los más pequeños son los cofres trampa y los muros falsos, pero también fue aquí cuando arrancó la leyenda de la Moonlight Sword, el objeto que está presente en casi todos los juegos de From. Incluso hay personajes sentados mirando al suelo como esos que encontramos en los nexos o bases de Demon's y Dark Souls, y uno de los enemigos finales de King's Field recuerda de forma inequívoca a Kalameet, el dragón del DLC de Dark Souls.
Así que tenlo claro, cada vez que surja la conversación sobre dónde nacieron los Souls, apunta el nombre de King's Field. Eso sí, si te gusta lo que ves, no tengas esperanzas de ver una nueva entrega. El presidente de From Software y reconocido desarrollador de la compañía, Hidetaka Miyazaki, reconoció en una entrevista a 4Gamer hace unos años lo siguiente: "La serie King's Field dependía en gran medida de Jin Naotoshi. Gran parte de la serie, mucho más de lo que se cree, fue moldeada por su personalidad y aportación, por lo que un nuevo juego de King's Field sin él no tendría el mismo atractivo."