Cuando una obra marca a una generación, es normal que muchos de los títulos que salgan a lo largo de los años se vean influenciados por la entrega original; es el caso de Dark Souls. La obra magna de Miyazaki ha sido, quizás, el juego que más ha influenciado a la industria de los videojuegos en los últimos diez años. Si bien ha sido más por su jugabilidad, mecánicas, mapeado y sistema de combate, otras muchas obras se han visto influenciado por su historia, una narrativa arraigada a la religión, búsqueda de la verdad y la exploración del ser humano como persona, así como la lucha cárnica por sobrevivir y ser libre de nuestro propio estado mental.
Pero hubo algo antes que Dark Souls, una obra que marcó un antes y un después en la vida de Miyazaki y que se vería reflejado en sus juegos. Una obra que sería de vital importancia, no solo para el director japonés, sino para una avalancha de lectores que se enamoraron de unos personajes muy bien desarrollados y marcados por una serie de traumas y pasados muy oscuros, pero que esconde en el fondo de su corazón la esperanza de vivir una vida llena de calma y sabiduría: Berserk. En este artículo os mostraremos las influencias que ha tenido la obra de Miyazaki con manga creado por el difunto Kentaro Miura, que abandonó el mundo físico este mismo año y ha sido una de las peores perdidas en la cultura japonesa.
Protagonistas sin pasado y con una marca que les persigue
Empecemos por el principio, el inicio de nuestra aventura. En la saga souls empezamos como alguien no muerto, sin pasado y sin un camino claro que seguir. No es hasta que nacemos de la nada cuando tenemos un propósito como es el de sobrevivir, ya que una marca oscura marca nuestra piel para dar aviso a los seres del más allá quien es el enemigo a batir y el destinado a morir en las tinieblas del infierno. Con la ayuda de nuestra espada, intentaremos ser liberados del peso de nuestras almas que solo nos dan pena y remordimiento allá donde vayamos.
Guts, el protagonista de Berserk, tiene un pasado abrupto empezando por un nacimiento de una madre inexistente y abandonado a su merced, pero milagrosamente vivo gracias a la protección de algo que va más allá de la razón. Con una trayectoria turbulenta y solitaria, Guts queda marcado de por vida con la marca del sacrificio, una especie de herida que provoca la llamada de los seres más horrendos e infernales del planeta y con los que tendrá que luchar a capa y espada, con un corazón tan herido que ni siquiera siente el calor de la compañía y que prefiere ser un lobo solitario con el fin de que nadie más pase o sufra el dolor por el que pasa él.
El eclipse y la construcción de un mundo vivo pero violento
Si hay un punto de partida donde los dos coincidan es el Eclipse: En Berserk, el eclipse marca un antes y un después en la obra ya que supone la llegada de los demonios y monstruos infernales para dar la bienvenida a un nuevo miembro de la mano de dios: Griffith. Convertido en Femto y destinado a ser uno de los líderes y amos de toda la humanidad gracias a su enorme presencia que encandila a todo el que lo ve y que provoca la ira de Guts, ya que para llegar ahí tuvo que sacrificar a todos sus compañeros de legión. A todos. Incluida Casca, quien había entablado una relación sentimental con Guts y que no volvería a ser la misma después del suceso tan trágico como fue este eclipse.
En Dark Souls 3 vemos la verdadera forma del Sol que, si bien no es un eclipse se asemeja bastante a lo que quería transmitir Miyazaki en relación al evento acontecido en la obra de Kentaro Miura: El inicio de una nueva era. Conforme acabábamos con los señores de la ceniza, conseguíamos que viéramos como era el sol del mundo de Dark Souls III en realidad: Una esfera totalmente oscura rodeada de un halo brillante que dejaría de vivir si acabábamos con el señor de la ceniza. Venciendo al boss final del juego, tendremos en nuestra mano la decisión de cambiar por completo el destino del reino y de la humanidad restante en el mundo.
Un mundo que rebosa vida y violencia desmedida
Da igual donde vaya Guts, cada lugar nuevo que pisa es un mundo totalmente vivo, con sus propias reglas y leyes en el que el protagonista se siente indefenso en un principio al no conocer el entorno, pero que consigue al poco tiempo sin impunidad a las criaturas que le acechan. Si hay un mensaje claro en la obra es que da igual quien seas, si no eres el más fuerte o listo la naturaleza se encargará de que desaparezcas. Da igual que seas un niño o un anciano, si no te adaptas al mundo de Berserk no podrás vivir por mucho tiempo. Y si, el mundo es cruel y sus habitantes son aún peor y no tendrán problemas en acabar contigo de la peor manera posible.
El mundo de Miyazaki es algo parecido a lo visto en las obras de Berserk: El mundo está tan vivo que es increíblemente peligroso. Desde Lordran hasta Lothric, todos los escenarios por los que pasaremos estarán llenos de vida y con numerosas criaturas que quieren hacerse con nuestra alma y humanidades. No somos nadie y los monstruos que nos encontraremos lo saben, por lo que seremos carne picada para ellos si no nos defendemos de manera violenta y visceral para acabar con estos. Si no cazas serás cazado.
Una narrativa tan abstracta como profunda
La historia de Berserk está increíblemente bien cuidada desde sus inicios, pero si hay algo que destaque es su fragmentación de toda la narrativa que envuelve a Guts y sus compañeros, ya que cuando comenzamos el manga han ocurrido numerosos sucesos que han provocado la ira y soledad de Guts. Hasta bien avanzada la historia no conoceremos alguna información bastante importante para el transcurso de la historia. Además, el pasado de muchos de los personajes u lugares que aparecen a lo largo de la historia se leen entre líneas o incluso ni se menciona como tal, por lo que tendremos que investigar por nosotros mismos si nos interesa alguna información en concreto que no sea muy protagonista en la obra de Miura.
De largo es sabido que Dark Souls no es experta en darnos toda la información bien explicada, sino que nos da información muy detallada de diferentes aspectos de un arco narrativo, pero es el propio jugador el que se debe de encargar de investigar los conceptos del juego en su conjunto para poder desglosar la historia de cada juego. Si bien puede ser tedioso cuando lo hacemos, el resultado es simplemente perfecto, ya que nos explica con todo detalle los sucesos de cada entrega y el contexto de todos los jefes a los que nos enfrentamos en los juegos, como Aldrich el devoradioses y su conexión con los diáconos o el Alma de Ceniza de la tercera entrega que finalmente acaba siendo el usuario de ceniza que controlábamos en la primera obra de PS3.
Otro aspecto narrativo en el que convergen las dos obras es en sus enemigos: Mientras que en Berserk es la mano de dios con sus 5 miembros a los que Guts debe de vencer para acabar con su sufrimiento y persecución por parte de las criaturas infernales, en Dark Souls III son 5 señores de la ceniza que preservaban la llama original que Gwyn encontró y que nosotros preservamos. Esta es otra similitud con la obra de Miura; los seres a los que nos tenemos que enfrentar no son malos del todo, defienden sus propios principios y si nos ponemos en su lugar podemos entender (más o menos) su postura, aunque es cierto que lo de Griffith está a un escalón superior.
Claras inspiraciones pero con personalidad propia
Podríamos estar hablando durante horas y horas de las innumerables referencias sobre Berserk que puedes encontrar en los juegos de From Software, pero estamos aquí para profundizar más en aspectos menos visibles. No obstante había que mencionar todas estas referencias ya que a simple vista se puede ver la gran influencia e impacto que ha tenido la obra de Miura en la vida de Miyazaki, además de que no ha sido solo él sino otras figuras como Hirohiko Araki, creador de Jojo's Bizarre Adventure y una gran inspiración en la personalidad de los juegos del maestro japonés.
Pero hay que mencionar algo importante: Que una obra tenga referencias de otra, ya sean sutiles o "copias", no tiene por qué ser mala: Miyazaki consigue que cada uno de sus personajes tenga una personalidad única y propia, al igual que Kentaro Miura hace con sus protagonistas. Nunca habrá nadie que pueda igualar a Guts, pero tampoco habrá ningún compañero tan querido en una batalla como lo será Solaire de Astora.
Nunca dejes de luchar
Si hay algo que siempre tendré presente gracias a estas dos obras es un mensaje claro: Lucha. Lucha por sobrevivir, lucha por ver el sol salir en una noche fría y oscura. Lucha por todos los que se fueron y por todos los que vendrán. Vendrán muchos problemas, habrá momentos en los que te sientas inútil y quieras abandonarlo todo. Incluso llorarás por la impotencia de chocarte contra una pared que parece de acero. Pero si hay alguien que puede levantarse a pesar de todas las desdichas eres tú mismo. Sí, tu vida no es la mejor del mundo, pero pelea por esos momentos de paz, esas pequeñas cosas que hacen que tu vida sea menos mala, siempre habrá una razón para levantarte por muy tonta que sea.
Incluso si es por completar ese juego que parecía imposible, ten esa razón por la que luchar por levantarte cada mañana. La oscuridad siempre estará persiguiéndote, pero la espada que tienes entre tus manos y tu determinación es capaz de todo. En algunos momentos querrás abandonarlo todo, pero recuerda que siempre habrá alguien ahí, siempre. Ya sea Puck, Solaire, Casca, el caballero cebolla o quien sea; nunca estarás solo si necesitas ayuda. Nunca olvidaré cuando acabé de una vez por todas con Ornstein y Smough, ni tampoco de la lucha de casi un año con Isshin Ashina, enfadándome y gritando de la impotencia pero que conseguí vencer tras incontables intentos.
Quiero acabar este artículo con una frase de Guts que me marcó desde que la leí y que cada vez que me encuentro en un abismo de inquietud y vacío en mi alma, siempre la recuerdo para seguir pensando que luche y prepararme para todo lo que llega: "Los humanos somos frágiles y mortales. Pero, aunque seamos heridos o torturados... Deseamos seguir viviendo. Deberías sentir el mismo dolor que sentimos... y verás lo que quiero decir".
Gracias por todo, Maestro.