Uno de los conceptos estrella en el mundo de los videojuegos es el 'disonancia ludonarrativa'. Fue un término acuñado por Clint Hocking, director de Far Cry 2 para explicar porqué en Bioshock la historia iba por un lado y la interacción jugable por otro. Desde entonces se ha usado con cierta insistencia para agrupar todos esas obras con un conflicto interior tan potente.
Estas incongruencias internas dentro del código de algunos videojuegos también se pueden extrapolar a un género muy concreto como son los fighting games. A pesar de que la mecánica clave -y única- de estos títulos no es otra que curtir el lomo a golpes al rival, dentro de su comunidad y en el seno de su escena profesional, existe un factor de sensibilidad social y sentimiento de pertenencia a una familia del que hay múltiples ejemplos.
Tedioso y free money
En 2017, Dominique “SonicFox” McLean ya se coronó como el mejor jugador del mundo de Injustice 2, el videojuego de NetherRealm Studios que enfrenta a multitud de personajes del universo DC Comics. Como campeón de las Pro Series de dicho año confirmó su domino en un juego de peleas más, pero lo que hizo el año siguiente fue algo más que levantar el trofeo.
Llegaba al torneo con algo menos de favoritismo que el que debería tener un vigente campeón, ya que durante 2018, se centró en Dragon Ball FighterZ, título del que fue campeón en la meca del género, el Evolution Championship Series de Las Vegas. Pero él consideraba que tenía una insultante superioridad y llegó a describir el juego como “tedioso” y las Pro Series como free money, dinero gratis. Por si eso fuera poco acudió al torneo usando al Joker como personaje principal, uno que por aquel entonces era considerado bastante malo por todos los expertos.
Lo que parecía algo extravagante o un gesto de cara a la galería, acabó siendo un factor muy a tener en cuenta por sus rivales. En este juego de peleas, como sucede en muchos otros, los profesionales se suelen limitar a un puñado de personajes con distintos roles. Sin embargo SonicFox, que había demostrado con anterioridad poder jugar casi una docena a muy buen nivel, se enrocó en jugar Joker siempre que pudo en estas finales de la Pro Series.
Los esports como esperanza
En la final del cuadro de ganadores, SonicFox se encontró con un gran amigo como Curtis “Rewind” McCall. Por desgracia, Rewind había tenido una muy mala noticia un tiempo atrás, al habérsele diagnosticado a su padre un cáncer en fase 3. Más concretamente, lo supo un mes antes de su victoria en el EVO de Las Vegas, la cual le dedicó.
Su padre, de nombre Welton McCall, se sometió a la obligatoria cirugía la semana antes de que Rewind se marchase a Chicago para disputar las finales de la Pro Series de Injustice 2. Al ser norteamericano, es posible imaginar hasta que punto escalaron las cifras del gasto familiar en sanidad, y lo necesario que era que Rewind llevara el dinero del premio a casa. Con Welton hospitalizado y sin posibilidad de seguir disponiendo de su nómina como trabajador en las cocinas del hotel Sam's Town de Las Vegas, era el momento de arrimar el hombro y sacar partido al talento del joven en los videojuegos de peleas.
Una promesa cumplida
SonicFox le venció en ese primer envite, remontando un 2-0 en contra, y mandando a Rewind al cuadro inferior. Pero antes de que comenzara ese duelo del top 4, le hizo una promesa: “Si gano, estoy dispuesto a compartir una parte del premio para ayudaros con el tratamiento de tu padre”. Unas palabras que emocionaron a Rewind antes de saltar al campo de batalla
Tanto su nivel como jugador como las ganas de lograr todo el dinero posible para su padre hicieron que Rewind saliera victorioso de su paso por el purgatorio de la denominada “final de losers” y lograse un puesto en el verdadero duelo por el título. Por si era poco espectacular a nivel narrativo que su Batman buscase venganza contra el Joker de SonicFox, había un espectador muy especial como era el padre de Rewind -ya conocedor de la promesa de SonicFox-, que sintonizó las finales desde el hospital.
SonicFox se llevó el torneo, y en la propia entrevista postpartido, confirmó que donaría una cuarta parte del premio, 10,000 dólares, a la familia de Rewind: “No hago esto por el dinero, Rewind es uno de mis mejores amigos, un compañero de entrenamientos y estoy muy feliz de haber podido compartir esta final y este premio con él”.