Alan Wake es, en mi opinión personal, uno de los mejores juegos de terror que han pasado por mis manos. Puede que porque me chifle todo lo que tenga inspiración en Twin Peaks. Y que tenga cierta debilidad por Remedy Entertainment, quienes tienen un talento innato y les debemos la concepción de la saga Max Payne. Y porque el protagonista es un escritor de novelas; los que nos dedicamos a esto solemos estar un poco "pa' allá" y es más fácil sentirte identificado.
Y porque, joder, da bastante miedo.
Puede que no sea una experiencia terrorífica como otras que hemos visto en los últimos años. No llega al nivel de P.T, que da miedo. Pero aquí el terror psicológico va un paso por delante del resto de juegos que tratan de replicarlo. Juega como pocos con conceptos tan manidos como la luz y la oscuridad, pero es capaz de llevárselos a su terreno para usarlos como mecánica de juego. En las sombras, están en peligro, pero debajo de una farola, estás a salvo. Como cuando vas al baño en mitad de la noche y atraviesas, casi con los ojos cerrados el pasillo, hasta que llegas a la zona segura, a tu objetivo, evitando los monstruos que nos creamos en la cabeza.
En el momento en el que estoy escribiendo estas líneas, no es oficial que vayamos a tener Alan Wake Remastered, pero es cierto que se filtró hace meses y ahora ha aparecido de forma masiva en varios establecimientos de Taiwán. De confirmarse, llegaría a PS4, PS5, Xbox One y Xbox Series el próximo 5 de octubre. Si esto es real, que lo parece, debería anunciarse de forma inminente. Es una buena noticia, porque tengo ganas de revivir esa pesadilla.
Y si no lo hicisteis en su día, es una oportunidad que no deberíais desperdiciar, incluso a expensas de las mejoras que incluye. La saga continuará, eso estaba claro desde que se publicó el crossover de Alan Wake en Control, el último trabajo del estudio finés. Lo que también deja a punto que tengan en mente una secuela o un juego que combine ambos universos.
Con esta versión sería el estreno de la saga en PlayStation, ya que el original solo llegó en Xbox 360 y PC. Así que sumando todas las plataformas, toca mejorar las nada desdeñables cifras que tiene el que para mí es el mejor trabajo de Remedy, cuyos últimos datos, recogidos en 2016, sitúan que ha vendido 4.5 millones de unidades en todo el mundo.
Pero, ¿por qué es tan bueno Alan Wake y por qué es necesaria esta remasterización?
Como diría el gran Joaquín Sabina, lo cierto es que "sobran los motivos" para alabar a Alan Wake. Antes he dejado caer un pequeño retazo sobre lo bien que combina el juego la importancia de la luz contra la oscuridad en esta batalla eterna. Y no sé si aquí la sombra es más alargada cuanto más me acerque a la luz, porque todo resulta un poco abstracto. Lo que sí sé es que el arma más importante del protagonista que da nombre al juego, más allá de cualquier arma de fuego, es algo tan simple como una linterna.
La aventura, más que un viaje por Bright Falls, donde se desarrolla el juego, es un recorrido por la psique del bueno de Alan. Y ahí, nuestros principales enemigos, son los llamados "poseídos". Algo así como el monstruo que nos espera en el pasillo cuando vamos al baño por la noche. Si los atacamos directamente, no les haremos daño. Primero hay que apuntarlos con una linterna para revocarles la oscuridad para volverlos vulnerables. Y si la linterna no funciona del todo bien, cualquier objeto lumínico sirve. O dormir con la luz encendida.
No me atrevería a catalogar tampoco Alan Wake como un survival horror, sino que quizás me encaja mejor como una aventura de terror. Porque no se basa en dar sustos o enfrentarnos a abominaciones. Pero sí a provocar angustia, tanto por el asedio de los enemigos como por el desarrollo de su historia, que es sobrecogedor a cada página que escribimos.
El papel principal se lo queda Alan Wake, una ciudad montañosa inspirada, como decimos, en la mítica serie Twin Peaks. Allí, el escritor va con su mujer Alice para que, acompañado de la naturaleza encuentre la inspiración necesaria para escribir. Y vaya si lo hace. Aunque, cuando empieza a usar bastante su máquina de escribir es cuando ve como su mujer desaparece siendo arrastrada por las sombras y va en su búsqueda desesperada.
Alan Wake, el juego, no el protagonista, juega a la perfección con la ambigüedad narrativa, siendo esa una de sus mayores bazas. No esperéis explicaciones concisas en sus recurrentes escenas cinemáticas, porque en este caso hablan más los entornos, los escenarios o los documentos que nos encontramos en nuestro camino. ¡incluso un programa de televisión! Después, está en vuestra mano interpretar lo que queráis.
Y esa es parte de su magia. Nada más empezar del juego dicen una frase que define perfectamente la obra: "La explicación es la antítesis de la lírica del miedo".
¿Qué podemos esperar de Alan Wake Remastered?
Teniendo en cuenta todo lo comentado, aunque no he querido profundizar demasiado en algunos puntos para no chafar algunas sorpresas, toca repasar qué debería incluir o en qué mejorará al original esta remasterización.
Obviamente, es obligatorio que vaya a 4K y a 60 FPS. El título original, de 2010, petardeaba en ciertas zonas, especialmente en las repletas con enemigos y explosiones. Si añade ray-tracing, que también debería, se me hace la boca agua de pensar en algunos escenarios en concretos, el uso de la iluminación contrastando en la oscuridad tan devastadora que encontramos en Bright Falls.
Tras su lanzamiento, Alan Wake recibió dos DLC que no solo expandían su historia, sino que explicaban algunos de los puntos que quedaron abiertos de la trama en el juego base: La señal y El escritor. De hecho, se puede decir que el verdadero final de Alan Wake está en el segundo DLC. No tendría sentido que no se incluyeran. Y también podrían añadir Alan Wake's American Nightmare, un spin-off más centrado a la acción; y que era bastante malo, a decir verdad.
Ahora, solo queda esperar... y despertar.