Hay una gran fiebre por las galletas en todo el planeta y nada tiene que ver con el auge de las harinas proteicas, la avena y los componentes más de moda en la pastelería. Estas galletas son completamente digitales y no son otras que las que todos los jugadores creamos con Cookie Clicker. Este juego data originalmente de 2013, pero a día de hoy congrega a miles y miles de personas en Steam.
El juego fue lanzado hace ocho años y para conmemorar este hecho, su creador ha preparado una versión para la tienda digital de Valve con más de 500 logros y un precio de 3.99 euros. Es cierto que el original sigue estando disponible en el navegador y que puedes jugar desde aquí, pero decenas de miles de jugadores están apostando por devolverle algo a Orteil, que ya había hecho viable el videojuego gracias al micromecenazgo de su Patreon y al merchandising.
Números inesperados
Según podemos ver en este gráfico superior extraído de Steam DB, Cookie Clicker va camino de alcanzar los 60.000 jugadores concurrentes... En un juego con 8 años de vida y que está disponible de forma gratuita en formato web. Esto, evidentemente es algo que ha de ser evaluado como un total éxito por parte del desarrollador, y también a nivel de crítica.
Decimos esto último porque el 98% de las críticas de los usuarios que lo han comprado y jugado, lo valoran de forma positiva. Este cartelito que tilda las reseñas como "extremadamente positivas", sólo por detrás de algunos juegos de culto o títulos de nivel GOTY como Portal 2, Hades o Half Life: Alyx.
El éxito del clic
Cookie Clicker es seguramente el mayor emblema de los idle games, títulos determinados por su capacidad de jugarse por sí mismos. No en vano, hay un logro que se otorga si sólo hacemos los 15 clics necesarios para conseguir un cursor y alcanzamos las fases más tardías del videojuego sin volver a clicar la galleta. Lo único que tenemos que hacer es el mínimo gesto necesario para ir incrementando ciertos números y magnitudes... En este caso, galletas cocinadas.
Hay algo primitivo, algo casi atávico, en hacer clic y que salga un gran número en pantalla. Esto lo demuestra tanto el éxito que han sido los Diablo y el resto de ARPG "clickoides", como el que un bebé en apenas unos meses de vida se vuelva loco por tocar una pantalla táctil.
Pero el segundo factor decisivo en el éxito de esta versión de Cookie Clicker es otro bien conocido por la industria del entretenimiento actual: la nostalgia. La hiperexplotación del pasado como recurso marketiniano funciona incluso aquí, tirando de los 8 años que se cumplen del lanzamiento de Cookie Clicker. Cero crítica en esta ocasión, ya que servidor lleva algo más de una semana horneando galletas.