Cada vez que hablo con mis amigos que juegan a League of Legends llegamos a la misma conclusión: es un juego excepcional en el que la comunidad puede arruinar la experiencia. Una idea compartida con tantos otros jugadores acostumbrados a encontrarse con compañeros y rivales que mantienen un comportamiento deplorable y que pueden convertir la media hora de convivencia en la Grieta del Invocador en una experiencia verdaderamente infernal. Sin embargo, ¿cuánto mejoraría el juego si nos quitásemos del medio esos problemas?
Lo bueno de League of Legends sin lo malo de la comunidad
El término “inhouse” hace referencia a una práctica llevada a cabo por jugadores profesionales que organizan de forma independiente su propio sistema de matchmaking. Una práctica muy habitual en otros títulos multijugador que trata de mejorar la experiencia dando acceso a sus sistemas a jugadores que realmente quieran competir. Así se puede, además, mantener un estricto control de todos los miembros de la comunidad y actuar directamente contra los infractores a expensas de las políticas de Riot Games.
Vitin, tirador de LOUD Academy en Brasil, ha sido uno de los máximos impulsores de este tipo de partidas en su región. Una modalidad que cada vez gana más popularidad y que es la gran esperanza del país para un aumento de nivel a largo plazo. Algo imprescindible si tenemos en cuenta que históricamente han sido una de las grandes regiones menores y, en los últimos años, se han situado a la cola de la clasificación internacional.
El sistema que el jugador quiso adaptar de otras regiones tuvo que esperar dos años a encontrar un contexto en el que poder crecer. Para ello, se combinó la idea con un servidor de Discord y unos cuantos bots que podían automatizar el proceso de búsqueda de partidas y creación de horarios permitiendo un buen funcionamiento. Algo arcaico quizá, pero efectivo a la hora de generar buenas experiencias en los jugadores de alto nivel cansados, además, de la grave inflación del MMR del servidor brasileño.
El nacimiento de Inhouse Pro
Fue con el mayor interés de los jugadores de la máxima competición del país que el proyecto comenzó a crecer. Así, se dio lugar a una alternativa jugable solo para la élite que comenzó a conocerse como el “superserver de Brasil”, en referencia al servidor oficial chino que cumple con una función similar. No era revolucionario ni inédito, pero resolvía los problemas y Riot Games no se había mostrado en contra.
La sorpresa llegó cuando la desarrolladora no solo no acabó con el proyecto, si no que decidió apoyarlo. El mérito, además de corresponder a Pedro Fracassi por asumir las tareas de desarrollo y namaria por sus labores de gestión y moderación, también pertenece a Jaime Padua. Este tercer aliado inesperado ostenta el cargo de CEO de FURIA (uno de los mayores clubs de la región) y actuó como sherpa y mediador con Riot Games.
Así, con la ayuda para presentar el proyecto a esta división de la desarrolladora, finalmente se llevó a cabo el anuncio de un acuerdo de colaboración oficial. Los detalles son todavía un misterio, revelándose hasta ahora que la compañía “ayudará como socio a proporcionar cosas interesantes a los jugadores”.
¿Por qué es tan importante?
Aunque las inhouses son una realidad en el League of Legends de todo el mundo, ahora cuentan con el apoyo oficial de Riot Games. Una alternativa de la que se espera un aumento en la calidad de las partidas, pero también en el nivel de los jugadores, que tendrán experiencias más cercanas a la competición de forma habitual. Se añaden también mejoras como la presencia de un chat de voz externo de uso obligatorio o el hecho de que ya no habrá jugadores que deban disputar una partida fuera de posición.
Iniciativas similares han tenido lugar en Latinoamérica e incluso en Europa, pero nunca han llegado al punto de ser tan relevantes como para recibir el apoyo de la desarrolladora. Algo que a partir de ahora podría cambiar para evitar la importante ventaja competitiva que tendrá Brasil en lo referido a la formación de jugadores. Puede que los efectos no sean inmediatos, pero sí serán notables.
El paso es gigante, y ahora el League of Legends de todo el mundo tiene la obligación de estar a la altura de uno de los grandes saltos que ha dado el juego en los últimos años.